Neuquén: otra sesión cipaya de los diputados de Chevron


La semana que pasó, en medio de una huelga y movilización dentro del edificio del 100% del personal legislativo, con el recinto a oscuras, sin taquígrafos, sin servicio de registro, y con el quórum garantizado sólo por el MPN y sus satélites y el kirchnerismo; se votó en una sesión relámpago endeudar a la provincia por 350 millones de dólares a tasas usurarias.


La presidenta de la Legislatura y vicegobernadora, Ana Pechén, tildó a los trabajadores legislativos de golpistas por su reclamo. Pero el verdadero golpe, en realidad, es el que dieron los que sesionaron y votaron el endeudamiento, pero horas antes dejaron sin quórum la Comisión de Trabajo que debía tratar los proyectos que quitan importantes ítems de la base imponible para el impuesto a la cuarta categoría de los trabajadores legislativos y otros proyectos similares. Especialmente el que plantea la restitución de lo descontado por el Estado a sus trabajadores, presentado por Gabriela Suppicich del Partido Obrero en la banca del Frente de Izquierda.


En la institución estatal donde se pregona que rige la soberanía popular y se presenta como la cúspide de la democracia, 25 diputados fingen una sesión de diez minutos, contra viento y marea, bajo la dirección política del ministro de Seguridad que encabezó un operativo policial. El contraste no pudo ser mayor con la actitud de esos mismos diputados a la hora de tratar la quita del impuesto al salario.


Un papel miserable jugó el ultrakirchnerismo del Frente Grande y el Movimiento Evita: le garantizaron el quórum al MPN y los Scioli locales.


La diputada Suppicich no ingresó al recinto y denunció este atropello, a la vez que participó de la asamblea de los trabajadores legislativos y los acompañó durante todo el día en la vigilia-piquete que montaron en los ingresos al recinto.


El ingreso de la izquierda en la legislatura puso las cosas en su lugar. Necesitamos luchadoras del Frente de Izquierda en el Congreso y el Parlasur con Angélica Lagunas, Gabriela Suppiccich y Patricia Jure.