Políticas

4/7/2020

Neuquén: revienta el salario para pagar la deuda usuraria

Un día después de haber anunciado una reestructuración de la deuda pública en pesos por $ 4.307 millones y la toma de $ 660 millones de nueva deuda, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, acaba de informar que el aguinaldo de los empleados estatales se pagará fraccionado en tres cuotas (fines de julio, agosto y setiembre).  Estas medidas contra el salario y jubilaciones se suman al congelamiento salarial desde abril.


Pero mientras a los empleados no solo se le postergan los pagos, sin que se contemple ningún tipo de interés por mora, a los bancos y especuladores que tenían Letras en pesos, se las reestructuró por nuevas Letras dolarizadas y con mayor tasa, lo que implica un negocio a dos puntas: cobrarán más que la tasa original pactada y se beneficiarán ante una devaluación, porque pusieron pesos y se llevarán dólares.



Sin embargo, todo este atropello no resuelve el problema de fondo. Porque el 70% de la deuda que vence el presente año es en dólares, correspondiente a los bonos Ticap, Ticade, Tideneu, el Préstamo del banco Credit Suisse y las Letras del Tesoro suscriptas por Gas & Petróleo del Neuquén S.A. en su momento. Se trata de más de 15.000 millones de pesos, que ante una devaluación transformarán los pagos de aquí a fin de año en una sangría financiera que requerirá nuevas “reestructuraciones” y mayores endeudamientos a futuro, como acaba de ocurrir.


El Estado revaloriza las deudas con los buitres…


…y desvaloriza los salarios y jubilaciones. Las nuevas Letras tienen mayor tasa de interés que en su primer pago (pasó de Badlar + 5 puntos básicos a Badlar + 6,5 puntos básicos). El segundo y tercer pago a 15 y 30 meses están directamente dolarizados, más 3 y 4 puntos básicos respectivamente, es decir, una tasa de usura brutal.


Este “pedaleo” de la deuda en pesos para el año entrante tiene como única función asegurar el pago de la deuda en dólares que tiene la provincia. Es entregar más a los pesificados, dolarizarlos y asegurar el pago a los ya dolarizados.


Por eso la actualización salarial pendiente desde el 1º de abril, aun en el caso de ser abonada alguna vez, no contemplará ni intereses por mora ni actualización. Lo mismo con  las cuotas del aguinaldo, que serán pagadas con hasta tres meses de atraso. Es evidente que el gobierno abandonará por todo el año el pago de las actualizaciones por IPC, un ajuste que las conducciones de ATE-CTA y Aten le dejaron pasar sin pena ni gloria.


De esta manera un gobierno que no deja de prestar fondos subsidiados a las patronales, y en especial a las gastronómica y hoteleras de las zonas turísticas, que no solo tienen un alto grado de empleados en negro o bajo fraude laboral, sino que no están pagando salarios aún cuando reciben fondos del Estado neuquino y los ATP del Estado nacional.


Esta reestructuración de la deuda en pesos con tenedores privados, el gobernador Gutiérrez la ha negociado con un amplio consenso y autorización explícita del gobierno nacional y el ministro Guzmán con quien intercambió una serie de elogiosos tweets. Lo cual explica, tal vez, la aparición en esta reestructuración de nuevas entidades bancarias, fuera de las tradicionales, hasta ahora, participaron de los bancos Galicia y Macro, además del BPN. Lo cual no deja de ser todo un reconocimiento que la “reestructuración” neuquina está colocada en la línea de los acuerdos que se perfilan con la deuda externa.


También la postergación, congelamiento y desvalorización de salarios y jubilaciones están en es línea.


A la escala neuquina tenemos los rescates estilo “Vicentin”, los pagos de deuda con grandes ventajas para los buitres acreedores, el hundimiento de salarios y jubilaciones.