Neuquén: Sapag endeuda a la provincia

La provincia acaba de licitar el primer tramo por 41,5 millones de pesos, de las letras que Sapag emitió por decreto. El programa para lo que queda del presente año es licitar un total de casi 1.200 millones. El objetivo buscado es "cerrar el déficit fiscal del año en curso".


El gobierno dice que utilizará parte de ese dinero para pagar el aguinaldo.


Entre los planes también figura la emisión de un nuevo bono por 300 millones de dólares para "hacer obra pública y pagar deudas". Para emitir los bonos, no le alcanza con un decreto: la Legislatura debe autorizarlo por ley.


Apenas asumió en 2007, Sapag ya había emitido bonos con el mismo objetivo: pagar la deuda heredada (bonos Tiprodeu). Y a fines del año pasado (el 28 de diciembre), adhirió al Plan de Federal de Desendeudamiento, por el cual la deuda con Nación se dejó de actualizar por el CER y la provincia no tiene obligaciones de pago hasta 2014.


Es decir que Neuquén no debería estar ahogada financieramente. Pero, sin embargo, lo está.


Lo que Sapag no explica es que la recaudación por regalías del primer cuatrimestre de este año ha estado por detrás de la inflación, medida respecto al mismo cuatrimestre del año pasado -es decir que ha caído a valores constantes, producto de la caída productiva provocada por la huelga de inversiones de las petroleras.


Lo mismo ocurre con el impuesto provincial sobre los Ingresos Brutos (que pagan las empresas) y con la coparticipación federal de impuestos.


La única recaudación que, en el primer cuatrimestre de 2012, se ubica por sobre la inflación respecto a un año atrás es la que sale del bolsillo de los vecinos: el impuesto inmobiliario, que ha crecido un 44%.


Esto, sumado a la larga lista de subsidios al capital y la eximición de impuestos (por ejemplo, a la actividad financiera) son las verdaderas causas del déficit. Estas causas corresponden a la gestión capitalista de la sociedad, de ninguna manera han sido creadas por el pago del aguinaldo o los salarios.


El festival de los millones (que no están)


Pero mientras endeuda a la provincia, Sapag no deja de hacer anuncios multimillonarios sobre futuras inversiones. Ahora acaba de anunciar que más de 100 empresas petroleras de primer nivel mundial (Exxon, Chevron, Shell, Statoil, Conoco, etc.) y hasta la minera Vale están interesadas en invertir 20.000 millones de dólares en los próximos cinco años, para explotar los yacimientos no convencionales.


Si así fuera, no resultaría lógico que Sapag endeude a la provincia. Con unas reservas de gas y petróleo para los próximos 100 años y ese nivel de actividad productiva, el Estado provincial duplicaría sus ingresos en un corto lapso de tiempo.


Pero una cosa son los anuncios para la tribuna y otra la realidad.


Por ahora, Sapag se enrola en el lote de provincias en déficit y le hace el juego al festival de la patria financiera. Por supuesto, de garantía pone la cada vez más alicaída producción de gas y petróleo.


Estamos mal y vamos peor de la mano de la gestión capitalista de la crisis.


La salida es obrera y socialista. La lucha por la nacionalización sin pago y bajo control obrero de los recursos, así como la apertura de las cuentas públicas al control popular para reorganizar la orientación social de los fondos provinciales darían un viraje en la situación actual, a favor de los trabajadores y el pueblo todo.