Políticas

20/9/2012|1240

Neuquén se suma de pleno a las crisis provinciales

Las manifestaciones elementales de la crisis capitalista están presentes en Neuquén: quiebre de las finanzas públicas, régimen político de camarillas, recortes salariales, utilización del Código Penal para enfrentar las huelgas, movilización popular.


Sapag se ha lanzado a un nuevo operativo de endeudamiento, por 330 millones de dólares. Es una operación que coloca las finanzas públicas al servicio de la patria contratista y los usureros internacionales.


La contrapartida es el congelamiento salarial. Las direcciones sindicales fatigaron agosto en parodias de mesas de negociación, otorgándole a Sapag tiempo y chances de quebrar la lucha de los estatales.


Finalmente, la estrategia dilatoria terminó por estallar, ya que las expectativas de una recomposición salarial generó una presión desde la base, que hizo imposible que las direcciones sindicales siguieran la línea dilatoria y se debieron decidir por convocar a medidas de acción.


Ahora los diarios titulan que Neuquén vive un “festival de protestas”. Que por ahora las conducciones han evitado que se unifiquen. Anteponen su ligazón con uno u otro bando patronal.


Pero ha quedado demostrado en los paros esporádicos de agosto, en la huelga de los municipales de Plottier y en otros casos, que las bases no tienen ninguna objeción a la lucha en común de la CTA con Aten, o de ATE con UPCN.


La irrupción de la base ha cambiado la dinámica del proceso. Se desarrolla una tendencia a los paros, la unificación de las luchas y la posibilidad de la huelga general.


Las asambleas y plenarios han votado una primera manifestación de la unidad: el paro y movilización este jueves 20. Ahora todos los sindicatos del Estado tienen mandato de parar y marchar unificadamente ese día.


Habrá que pelearle a las conducciones sindicales para que el del 20 no sea el canto del cisne, sino el pívot de un plan de lucha.