Políticas

17/7/2008|1046

Neuquén: Una lección de Gregorio Flores

El jueves 26 de junio, en la Facultad de Humanidades de la Universidad del Comahue, la “Corriente de Trabajadores” (el grupo encabezado por Alberto Vidal que se alejó del PO el año pasado) organizó una mesa redonda. Participaron Gregorio Flores (dirigente del Cordobazo y del Sitrac/Sitram), Alejandro López (de Zanón), y Alejandro Rodríguez, de la CT. La convocatoria reunió básicamente a las 20 personas que integran la “Corriente de Trabajadores” más algunas de otras tendencias políticas.

Tras las exposiciones, Vidal creyó conveniente reivindicar la acción rupturista que protagonizó el año pasado. Señaló que el “acierto” (¿?) de la formación de la “Corriente de Trabajadores” les había permitido “hacer una experiencia con otras organizaciones, cosa que antes no podíamos desarrollar por pertenecer a una organización atrofiada por el personalismo y donde la burocratización nos ataba (¡¿?!)”.

Semejante dislate fue parado en seco por Gregorio Flores. Gregorio explicó: que la razón de ser de una organización política radica en su programa y que una ruptura tan despolitizada no tiene ningún futuro. Gregorio planteó que hoy existen tantas siglas que “vamos a tener que inventar un abecedario para nombrarlas, pero no tienen razón de ser porque no tienen programa, ni estrategia alguna”. En este punto, Vidal interrumpió a Flores y dio por terminado el tan mentado “debate”, lo que le valió el repudio de Flores, quien señaló que no sólo no estaba de acuerdo con el ataque al PO sino mucho menos con que no se le permitiese expresarse en contra de ese ataque.

El bochorno protagonizado por esta “corriente de trabajadores” retrata su calidad política y que nació como una escisión sin principios ni programa.