“Ni burócratas, ni capitalistas independencia obrera”
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¡Los burócratas han institucionalizado en el país el “paro a reglamento’’!
Las radios repiten que el del miércoles fue el noveno paro “bajo la democracia”, cuando en realidad deberían decir que fue el noveno paro aislado, concebido para marcar el paso en el mismo lugar, permitir que prosigan los tarifazos y desmoralizar al pueblo con una lucha que tiene su costo, pero ningún resultado.
A los burócratas que dicen luchar contra el plan económico y la entrega, ni se les pasó por la cabeza reclamar la anulación de los tarifazos. Tampoco se les ocurrió, naturalmente, reclamar un salario y jubilación mínimos de ₳ 1.000, móvil. Lo que sí plantearon fue la cabeza de Sourrouille, que es lo que reclaman los capitalistas que quieren cambiar algo para que todo siga como está, Mientras los Ubaldinis fingen una posición de lucha, sus colegas Manzano, Menem, Vernet y Cafiero se aprestan a convalidar en el congreso fraudulento el paquete de Alfonsín.
Es esta burocracia impotente y traidora la que volvió a levantar el miércoles 4 la consigna “ni yanquis, ni marxistas” sin el menor asomo de vergüenza. Todos recordamos sus visitas a la embajada norteamericana o cuando recibieron al embajador Gildred y a Rockefeller. ¡Como si estos burócratas no vivieran de las coimas de Ford y Volkswagen, de Techint o del “sistema Banelco”!
“Ni yanquis, ni marxistas” es el grito de guerra del lopezrreguismo, y esto es algo que Ubaldini no lo pierde de vista ni cuando está bajo el efecto de la euforia.
Ubaldini ha revelado el carácter orgánicamente derechista de la burocracia, ofendiendo otra vez más a los izquierdistas ilusos que levantan el programa de los 26 puntos.
Es que Ubaldini no se ha podido reponer aún del “shock” descomunal que le propinaron, a su amigo Loza los 2.500 portuarios que echaron a éste a patadas del sindicato.
En medio de la brutal ofensiva capitalista contra nuestro pueblo, la obsesión del burócrata estuvo centrada en la defensa de su casta y en el ataque a las bases antiburocráticas.
La burocracia es la agencia de la patronal y del imperialismo en las organizaciones obreras. El que no consiga verlo así está irremediablemente confundido. El paro del 4 fue llevado por la burocracia al campo de los intereses patronales.
Por eso decimos: “ni burócratas, ni capitalistas”; independencia de la clase obrera respecto de los explotadores democratizantes o justicialistas.
Recuadro Tapa PO N° 205
¡ESTAMOS BANCANDO A LOS ESPECULADORES DE NUEVA YORK!
El krach de las principales Bolsas del mundo ha dejado, a los capitalistas sedientos de fondos para respaldar a los especuladores que han quebrado. Además, ha exacerbado la necesidad, para los capitalistas, de que se abran nuevos campos rentables para la especulación, en reemplazo del moribundo mercado de acciones. Es que, sin oportunidades de especulación alternativas, los capitalistas se verían privados de la posibilidad de acrecentar sus capitales, un hecho que por sí solo provocaría la desvalorización de éstos y acentuaría las quiebras comerciales, industriales y financieras.
Esta nueva situación ha reforzado la acción del imperialismo para que las naciones atrasadas paguen sus deudas externas y que abran sus economías a la especulación capitalista. Se ha incrementado la presión del imperialismo. Una consecuencia de esto es que Brasil acaba de ponerse de acuerdo con sus acreedores luego de un largo conflicto. En este contexto debe verse también el nuevo plan económico del gobierno argentino, el cual ha ampliado las posibilidades de especulación – mediante la libertad cambiaría y bancaria, ” los mayores beneficios para capitalizar la deuda externa, y las grandes concesiones en materia de petróleo. La banca extranjera ha saludado fervorosamente estas medidas, transformándose en el respaldo fundamental del equipo Sourrouille. En un rapto, no sabemos si de honestidad o cinismo, el subsecretario de economía, Canitrot, acaba de reconocer que “los acreedores (no) están interesados en invertir en los países deudores… salvo que otorguemos subsidios elevadísimos… y tenemos que seguir pagando tasas de interés del 20 % anual en dólares…” (Clarín, 29/10).
Es decir que, luego de haber bancado la especulación mundial que acaba de explotar, mediante el pago de la deuda externa y la fuga de dinero al exterior, las naciones sometidas deberán bancar ahora el rescate de los especuladores en quiebra. El parasitismo capitalista mundial ha sido alimentado con el dolor y el hambre de millones de sumergidos, incluso de los propios países imperialistas, donde la caída de los salarios y el excepcional incremento de los índices de pobreza han sido paralelos al crecimiento de la especulación.
Salir de este sistema internacional es “abandonar la civilización” (!), acaba de pontificamos Claude Cheysson, un “socialista” de la Comunidad Europea, haciendo coro a otros “socialistas” como González, Mitterrand y hasta Schevardnadze. “Hay que mantener la estabilidad del sistema” —dicen otros, alfonsinistas y cafieristas, ocultando que este sistema está de-fi-ni-ti-va-men-te desestabilizado como consecuencia del parasitismo capitalista. El capital está pateando el tablero de su propio sistema, y obligando, simultáneamente, a que las naciones y las masas empobrecidas lo mantengan en pie. La opresión nacional y política aparece, como consecuencia de esto, a la luz del día, despojada de cualquier subterfugio. Los Estados aplican su poder despótico para ejercer la mayor confiscación económica de los explotados en toda la historia. La gran perfidia de la “democracia” es que se ha revelado como un régimen perfectamente adecuado para la ejecución de este despojo.
¡Ni una gota de sangre, nacía de dolor y ni una lágrima para el capitalismo parasitario! Abajo el capitalismo, por un gobierno de trabajadores, por la revolución socialista.