Políticas

4/9/2003|816

Ni Macri, ni Ibarra: Votemos en blanco

En la segunda vuelta (ballottage) de las elecciones a Jefe de Gobierno en la Capital, al pueblo se le ofrece ‘elegir’ entre Ibarra (33%) y Macri (37%). Dos alternativas patronales y antiobreras.


Las promesas electoralistas son para que entreguemos el voto a los verdugos del pueblo trabajador. El operativo político es arrastrar al pueblo a que los apoye. “Por lo pronto hay algo así como un 15% de ciudadanos que votó por fuerzas de izquierda que casi de cajón debería terminar optando por el frentegradista” Ibarra (dice el diario Página/12, 31/8).


La diputada electa por el partido de Zamora (AyL), Marta de Brasi, se declaro parte de un “movimiento abierto” que está dispuesto a “dar apoyo crítico en algunas cuestiones” al gobierno de Kirchner, “pero empujando siempre para que cumpla lo que prometió” (Página/12).


En IU, Echegaray, se pronunció por Ibarra.


El Partido Obrero plantea: Ni Macri, ni Ibarra. Votemos en blanco.


Cuanto mayor sea la abstención y el voto en blanco y menor sea el apoyo a los representantes patronales, más propicio será el campo para que fracasen los nuevos ataques que de la mano del FMI preparan contra el pueblo trabajador (tarifazos, ejecución de los créditos hipotecarios a favor de los bancos, mantenimiento del congelamiento salarial y de la flexibilidad laboral, profundización de la entrega, etc.).


El PO llama a mantener una posición independiente y convoca a los trabajadores, estudiantes, a los que se reclaman de izquierda, a no votar a los que nos hambrean y humillan, a los que representan los intereses del gran capital.


Ni Macri, ni Ibarra: Voto en blanco.


Una auge votoblanquista fortalecerá las luchas que el pueblo trabajador viene encarando: en Metrovías por las 6 horas del trabajo insalubre, en telefónicos por un aumento de 500 pesos, en los hospitales contra el congelamiento salarial, en las barriadas contra el hambre y la miseria. Fortalecerá también el rumbo para hacer realidad el reclamo manifestado en las calles a partir del 19 y 20 de diciembre del 2001: ¡Que se vayan todos!