Políticas

11/3/1999|618

Ni Menem ni los opositores fondomonetaristas

El retorno a tambor batiente del proyecto de reeleción del riojano volvió a revirar el tablero político electoral, que no pudo encontrar nunca un punto de equilibrio. No hay candidatos definitivos, no hay campaña y, ahora, tambalea toda la arquitectura de la sucesión presidencial. Es una señal inequívoca de la tendencia al colapso del actual régimen político que ha sellado su suerte a la de la camarilla menemista, en avanzado estado de descomposición.


El prontuario de un régimen


Lo que explica el furor con el cual ha renacido la propuesta reeleccionista es esa misma descomposición del régimen menemista.


Menem, sus ministros y su jefe del ejército están en el banquillo de los acusados por integrar una ‘asociación ilícita’ en el caso del contrabando de armas y, ahora sabemos, violaron hasta los reglamentos del cambio de horario veraniego para que Edesur embolsara 100 palos verdes con sus negociados y con la destrucción del sistema eléctrico, a costa del sufrimiento popular. Este es el régimen de la aduana paralela, que se tragó 10.000 millones de dólares, el de los negocios truchos de varios millones con la exportación e importación de oro, el del ‘perdón’ a la evasión impositiva de la industria automotriz, el de las coimas de IBM, el de Yabran, el del ‘suicidio’ de Cattáneo, el de las quiebras fraudulentas de bancos, el del lavado de dinero mal habido permitido por la completa ‘libertad’ para el blanqueo de capitales, el de las privatizaciones arregladas, por las cuales se remató el patrimonio público….


En este prontuario hay que encontrar el verdadero secreto de la maniobra reeleccionista. Con la continuidad en el poder, Menem procura la impunidad para todos los estafadores. “‘A nosotros Menem nos da mayores garantías que De la Rúa o Duhalde para manejar el país’, admitió el titular de uno de los principales bancos acreedores, con fuertes inversiones en privatizaciones” (Clarín, 9/3).


Esta trama de indultos y encubrimientos ya está en marcha. El FMI estaría impulsando un proyecto de ley por el cual los funcionarios del BCRA, que ya gozan de ‘inamovilidad’ en sus puestos, no puedan ser juzgados una vez que dejen sus cargos por las acciones derivadas de sus funciones. En otras palabras, impunidad por ley y por anticipado, es decir robo asegurado. El primer ministro ruso Primakov acaba de proponer algo similar pero para todos los integrantes del gobierno, algo verdaderamente espectacular si se tiene en cuenta, como todo el mundo sabe, que el gabinete ruso se integra con ‘cappomafias’. La criminalización de la política es tan internacional como la crisis capitalista.


Oposición fondomonetarista y chantaje político


Lo hemos dicho desde estas páginas: “la potencialidad de la crisis económica convierte al duhaldismo o a la Alianza en alternativas inseguras frente al menemismo, no por una diferencia de política sino porque el menemismo ha demostrado una alta capacidad de control sobre todo del aparato que hace funcionar al Estado, desde la manipulación del Congreso y la Corte hasta la burocracia sindical, los gobernadores, el partido oficial, los intendentes y gran parte del clero (…) Pero la continuidad de este gobierno de camarilla choca con las características del régimen democrático, incluso las más superficiales como las elecciones (…) El empantanamiento del menemismo y sus opositores expresa una crisis de régimen político…” (Prensa Obrera, nº 593, 17/7/98).


El progreso de la crisis ha puesto de relieve, precisamente, la completa pusilanimidad de la oposición. Menem, según todas las encuestas, cuenta con el repudio a la reelección del 80% de la población y Duhalde y De la Rúa no aciertan a propiciar ni la más mínima movilización popular. Se las han agarrado con un juez pinche desconocido, ni se animan a plantear el juicio politico al titular del gobierno de la ‘asociación ilícita’. Al revés, votan con Menem el retorno de los edictos en la Capital, los candidatos de la Alianza van a Mendoza a sellar un acuerdo con el derechista y menemista Partido Demócrata y se integran con Beliz en un ‘foro en defensa de la democracia’. La Meijide no ha tenido mejor ocurrencia que declarar que con Duhalde “estamos del mismo lado”. Cavallo, detrás del acuerdo entre Ortega y Duhalde y ahora, impulsando el ‘foro’


Con la Alianza, se ha convertido en el arquitecto de esta oposición fingida.


Tanta miseria política tiene una función inocultable, un verdadero chantaje a los trabajadores y a la ciudadanía a la cual se le presenta este frente de impotentes como la ‘única’ variante para sacarse de encima al menemismo. Para esto arman una coalición con los menemistas de hasta ayer y elevan a los derechistas como Cavallo a la condición de árbitros de una ‘unidad de todos’. Un camino sin salida. Ni que hablar de las reivindicaciones sociales y de los trabajadores, ausentes por completo en circunstancias en que el gobierno y sus financistas están promoviendo despidos en masa, reventando el salario y arrasando con las condiciones de trabajo en proporciones simplemente homéricas. Los ‘opositores’ antimenemistas ni hablan de esto por la sencilla razon de que aspiran al poder para cumplir los planes del FMI y del ‘modelo’ que todos reivindican.


Alternativa obrera


El fraude de menemistas y opositores sólo es viable por la completa adaptación de la CGT, la CTA y el MTA, una completa encerrona para los trabajadores. Este es el quid de la cuestión. Que las organizaciones de los trabajadores rompan con el gobierno y la Alianza, con Menem y con los opositores genuflexos, es decir, con la política de los patrones y capitalistas, no de los trabajadores. Esto es lo que necesitamos, una alternativa de los trabajadores, una alternativa obrera indepenciente para luchar contra este régimen de los despidos, de la más brutal política de entrega y hundimiento nacional.


Fuera Menem y sus opositores fondomonetaristas. Que se vayan. Que se pronuncien las organizaciones sindicales, obreras y populares. Fuera los despidos, repartir las horas de trabajo, aumento de emergencia ya para el salario y subsidio a los desocupados. Por un congreso de organizaciones obreras que establezca un plan político y económico al servicio de los trabajadores porque esto no se aguanta más. Hay que ganar las calles con nuestras reivindicaciones y reclamar la huelga general a las centrales gremiales. Plan de lucha nacional. Llamamos a deliberar en esta perspectiva y, en función de ello, a autoconvocarnos en una ASAMBLEA NACIONAL DE ACTIVISTAS, por una alternativa propia de los trabajadadores.