Políticas

29/8/2002|769

No a los despidos, ni a la rebaja salarial

El Banco Central decidió finalmente el desguace del Scotiabank. Los perjudicados serán los trabajadores (ya se anunció que 552, sobre casi 1.800, quedarán en la calle) y los ahorristas.


Se beneficiarán con el desguace el Macro/Bansud y el Comafi, que no aportarían más de 200 millones en conjunto para quedarse con edificios y créditos activos por unos 2 mil millones de pesos. También recibirían 240 millones “para las necesidades inmediatas de liquidez” (Clarín, 17/8).


Los trabajadores que queden empezarán de cero, porque perderán la antigüedad. Es decir que entrarán a trabajar con una rebaja salarial. ¿Y por cuánto tiempo? Muchas sucursales serán cerradas y sus edificios vendidos como bienes inmobiliarios.


Es a estas maniobras a las que se refirió el titular del banco Societe Generale cuando declaró que había que “administrar las salidas de algunos bancos para que no generen zozobra” (La Nación, 18/8). La burocracia zanolista de la Asociación Bancaria, va dejando que uno a uno caigan los bancos, sin tomar un plan de lucha de conjunto.


La Asamblea de los trabajadores del Scotiabank debe rechazar esta “solución final”. Ningún despido, ninguna reducción salarial. Que se devuelvan los depósitos a los ahorristas con los bienes de las empresas canadienses radicadas en el país.


Es necesaria una autoconvocatoria para organizar un plan de lucha de todos los bancarios. No a los despidos. Expropiación de la banca bajo control directo de sus trabajadores.