Políticas

29/5/2008|1039

No al cierre del Borda y el Moyano

La pseudodesmanicomialización

Los dos artículos publicados en Prensa Obrera en defensa del Borda y el Moyano dejan bien claro que Macri tiene por único objetivo avanzar en la destrucción lisa y llana de la salud mental. Se podría agregar que no fueron sólo los últimos gobernantes de la Ciudad los que se la agarraron con los manicomios; en nuestro país, como en el mundo, la clase capitalista ataca a uno de los sectores más desprotegidos de la sociedad (…)
A no marearse con las palabras "desmanicomializadoras" y "transformación" de la salud mental de quien cuenta metros cuadrados para cerrar un gran negocio inmobiliario, además de abrir uno nuevo: la "tercerización" en beneficio de los que están en el lucro de la salud (…)
Sin embargo, ambos artículos han abierto un debate colateral sobre la desmanicomialización, fijando una posición contraria. Otros profesionales de salud del Partido Obrero no acordamos con las sentencias de esas notas.
Rechazamos la pretensión de meter en la misma bolsa a Macri y a los que venimos bregando por reales transformaciones en el campo de la salud mental y a la terrible situación que se vive en muchos servicios de los manicomios. No podemos hacer oídos sordos a la cronificación de pacientes, los ensayos farmacológicos y el oscuro negocio de los protocolos de pruebas de medicamentos que abultan algunos bolsillos profesionales, el abandono y la desaparición de personas, el tráfico de órganos (¿se acuerdan de la doctora Jubileo?) y la prostitución regenteada.
Todo gracias a una mafia que maneja y controla, con complicidad de jerárquicos y funcionarios. Las posturas desmanicomializadoras de distintas escuelas de la psicología se potencian ante esta realidad.
La solución no pasa por tirar muros. Por eso también los propios trabajadores profesionales y no profesionales que allí trabajan tomaron como consigna "No al cierre del Borda y el Moyano, sí al cierre de los manicomios".
Cuando se sostiene el fracaso de experiencias desmanicomializadoras, ¿fracasó la desmanicomialización o la gestión capitalista en salud mental? En realidad no hubo ni hay ni voluntad política ni presupuesto necesario para sostener un sistema alternativo, estatal y público. Una nueva demostración de que a la salud en general – y a la salud mental en particular-  la manejan los laboratorios y la corporación médica capitalista, que explota a la masa de los trabajadores de la salud empezando por los médicos.
La historia de experiencias desmanicomializadoras, o de sus gérmenes en la Argentina (ver el corto "Comunidad de Locos", las prácticas del Lanús y los planes de Goldemberg, hace tres décadas, entre otros), han sido muy interesantes. Sin apoyo estatal, fueron perseguidas y cerradas por los distintos gobiernos dictatoriales, cuestiones no reparadas después por la democracia.
El capitalismo y la explotación también enferman. Son los casos que en la primera nota se mencionan como "casos sociales", donde luego de un cierto tiempo de tratamiento, si tuvieran a dónde ir y ser resocializados, podrían dejar la etiqueta de locos. ¿Por qué no bregar para arrancarle al Estado el presupuesto necesario para esa reinserción? ¿Por qué no pelear para que el Estado entregue los espacios y sueldos para implementar casas de medio camino o familias sustitutas? ¿O acaso tenemos que firmar la sentencia para que el pobre y loco quede hasta el fin de sus días encerrado?
Es evidente: la salida no vendrá de los Macri sino de la discusión y organización de los trabajadores del área, los usuarios y sus familias, para arrancarle al Estado los recursos que modifiquen la realidad aplastante que viven tantos pacientes.
Organicemos un debate en facultades, hospitales y servicios que culmine con propuestas y planes de acción en defensa de la salud mental, de su funcionamiento estatal y público, para enfrentar los procesos de privatización, tercerización y desguace de la salud, que operan las corporaciones del poder, las grandes empresas y ONG (…) 
Luchemos por un sistema de salud único integral, estatal, público y gratuito – y por ende de salud mental- , que integre el hospital público, las obras sociales y los establecimientos privados, por un lado, y la nacionalización de los laboratorios medicinales por otro. Es parte de la lucha  por el poder de los explotados.

Ileana Celotto, profesora de la Facultad de Psicología UBA, consejera por la Minoría de Graduados, en base a un debate de Apel Psicólogos