No al microestadio en Balvanera

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Asamblea de Vecinos presenta proyecto de expropiación




La Red de Vecinos contra el Microestadio ha presentado en la Legislatura porteña un proyecto de Ley para declarar de utilidad pública y sujeta a expropiación la Manzana 66 ubicada en el barrio de Balvanera (entre las avenidas Belgrano y Jujuy y las calles Moreno y Catamarca). Este proyecto, parte de un plan de acción (con asambleas periódicas y movilizaciones de un importante sector de vecinos) ya cuenta con el aval de once legisladores, entre ellos, Marcelo Ramal por el Partido Obrero.

La iniciativa vecinal es una respuesta al megaproyecto para la construcción de un microestadio en dicho predio para 18.000 personas, con tres subsuelos de cocheras, un hotel 5 estrellas y restaurantes por la productora musical AKE Music, cuyo titular es Aquiles Sojo. Denuncian que “fue respaldado por Macri en un reportaje emitido por Radio Vorterix, incluso mencionando la probabilidad de ser apoyado financieramente con un millonario crédito del Banco Ciudad”.

Entre los trastornos que traería a una zona poblada de hospitales y centros educativos, mencionan la circulación del tránsito, polución ambiental y abastecimiento de electricidad.

El revalúo inmobiliario de las inmediaciones, provocando la suba en el precio de la vivienda y alquileres traerá la expulsión de los trabajadores y pequeños comerciantes del barrio. El aval del gobierno a este emprendimiento es parte de la política de promover una ciudad para el turismo, el juego y los negocios inmobiliarios. Política que ha sido sistemáticamente refrendada por leyes aprobadas en total comunión por las bancadas mayoritarias de la Legislatura.

La asamblea de vecinos no sólo se ha pronunciado contra la construcción del microestadio, ha deliberado y sacado sus propias conclusiones sobre las necesidades del barrio. El proyecto presentado propone que en la manzana 66 se erija un espacio verde (Balvanera cuenta con sólo 0,4 m2 de verde por habitante, cuando la OMS recomienda como mínimo 10 m2 y un ideal de 15), con un polideportivo, centro educativo (principalmente de nivel inicial) y cultural (con espacios para el desarrollo de la educación artística).

Para que triunfen estos reclamos debemos profundizar el plan de acción votado en la asamblea de vecinos: difusión y firma del petitorio, adhesión de artistas (jornada cultural), trabajadores y centros educativos de la zona (ya lo han hecho los trabajadores de Brukman y el Centro de Estudiantes de Psicología) y movilizarnos a la Legislatura en momentos de debate del proyecto.

En este conflicto ha quedado expuesto claramente que ciudad queremos: una ciudad para los trabajadores o las del negociado empresarial avalado por el gobierno.

El Congreso de la izquierda y los trabajadores contemplará el derecho a una vida digna en nuestros barrios frente a la depredación que sufrimos por el capitalismo y sus gobernantes de turno.

Ricardo Goldin