Estimados compañeros:

 

Siguiendo los últimos editoriales de Prensa Obrera y la Carta del PO (en la prensa N° 891), y discutiendo con algunos compañeros de su organización, resolví escribir para, humildemente, aportar al debate.

 

En primer lugar, saludo cualquier iniciativa que intente unir a nuestra clase en la lucha contra el sistema opresor. Pero no puedo dejar pasar también la oportunidad para dejar en claro mi crítica sobre algunos puntos en que se apoya el PO para llamar a un frente electoralista.

 

Con respecto a la crisis política a la que se refirieron sobre el bloque dominante, se podría decir que la crisis de gobernabilidad existió, existe y existirá, ya que el régimen capitalista genera crisis diariamente.

 

Apoyarse en la tragedia de Cromañón como punto de referencia en la Ciudad de Buenos Aires, para un llamado frentista, suena por lo menos a oportunismo, dado que la izquierda fue incapaz de llevar adelante una cultura de unidad, salvo algunos intentos que no superaron la declamación; las direcciones que marcaron los caminos a seguir cayeron una y otra vez en la soberbia, sectarismos, intentos de hegemonismo y/o reformismo.

 

Las fuerzas de izquierda, con sus direcciones a la cabeza, debieron redoblar sus esfuerzos para poner a la altura que la clase se merece, un debate, no solamente electoralista, sino estratégico, ya que muy dificilmente sin una estrategia en común podamos avanzar en este difícil camino de acumulación y construcción política en el marco de la lucha de clases.

 

Más allá del tono crítico de la carta, mi plena confianza en la clase me hace ver con optimismo el futuro; creo que es el comienzo de una nueva etapa, donde podremos superar regularmente nuestras diferencias, ya que las nuevas camadas militantes seguramente las superarán.

 

Un saludo combativo a todas las compañeras y compañeros del campo popular. ¡Viva el socialismo! ¡Hasta la victoria siempre!