La visita a Coronel Pringles y Tres Arroyos me sirvió para comprobar que estas ciudades reflejan la enorme contradicción existente en la provincia de Buenos Aires: una producción intensiva y enormes exportaciones desde los campos de la zona, al lado de un empobrecimiento generalizado de la población.

Ni un peso de las ganancias va para aumentar los sueldos, ni se invierte en obras públicas imprescindibles en la región, que entre otras cuestiones tiene índices alarmantes de contaminación en las aguas producida por el filtrado de los agroquímicos a las napas. Nuestros candidatos denunciaron que en Pringles hay un récord de cáncer de colon que nadie quiere asumir.

En estas dos localidades, el PO lleva de candidatos a compañeros y compañeras muy conocidos, los cuales son referencia en los reclamos de las zonas.

Se trata de Ariel Imanoni, Daniel Heredia, Hernán Imanoni. Cuando los periodistas les preguntaron por qué habían resuelto ser candidatos del PO, los compañeros respondieron que, luchadores de años, habían llegado a la conclusión de que debían transformarse en militantes de una salida obrera y socialista.

Con la campaña electoral se inicia una intervención organizada entre los municipales, los desocupados, los trabajadores rurales, los de comercio y la docencia (se fundó Tribuna Docente). El Partido Obrero ha presentado la única lista de izquierda en Pringles, en donde hay otras tres de diferentes variantes patronales.

Tres Arroyos también refleja la evolución política de todo un sector de activistas y militantes. Componen nuestra lista dirigentes sindicales del gremio de la carne que están luchando por el aumento salarial, docentes destacados por su lucha y su trabajo, luchadoras barriales, jubilados.