En una reunión entre asambleas y piqueteros y el director del CGP 14 Oeste (Córdoba y Bonpland) por problemas de vivienda planteados en el barrio, un compañero del Polo Obrero, frente a la declaración del funcionario de que se bancaría el “costo político” de un desalojo, declaró que “nos cagamos en las elecciones, queremos solución ya para la vivienda del compañero amenazado de desalojo”.

La declaración causó sorpresa entre algunos de los presentes (Mtr y asambleístas independientes) que nos critican por presentarnos a elecciones. “Sí, nos cagamos en las elecciones y votamos a Altamira”, fue la respuesta. ¿Cómo se explica? Nosotros no creemos que estas elecciones vayan a resolver los problemas pendientes de la población trabajadora. El compañero que tiene amenaza de desalojo, por ejemplo, el 28 de abril, luego de haber votado, seguirá con su problema – excepto que la lucha por su derecho a la vivienda haya arrancado una solución al gobierno desalojador de Ibarra-Duhalde. Nosotros denunciamos – en nuestra campaña electoral también – el hecho de que estas elecciones son para reciclar el dominio de los que tienen el poder. Los desalojos y el conjunto de los atropellos a los trabajadores seguirán de la mano de cualquiera de los candidatos de la patronal.

Y entonces, ¿por qué nos presentamos y “les hacemos el juego”?, nos indagan los críticos. Porque, como muy bien explica el compañero Güeso en la Prensa Obrera nº 791, “no hemos vacilado en prolongar nuestra lucha desde los piquetes al terreno electoral”, aunque nos sea desfavorable. Tampoco aquí dejamos el lugar de lucha vacío. Que las elecciones no nos resuelven los problemas planteados ya lo sabemos, pero luchamos porque luego de ellas – antes y durante – necesitamos tener una organización propia de los trabajadores para acabar con este régimen social y político, para que se vayan todos (porque con estas elecciones se quedan) y por el poder para los trabajadores. El voto por el Partido Obrero refuerza esta organización.

La abstención en esta batalla es el abandono de la lucha política. Todos los candidatos del poder se presentan y nosotros ¿no tendríamos nada que decir? ¿ningún candidato que presentar? Claro que sí. Los trabajadores que nos postulamos para gobernar tenemos una respuesta frente a cada batalla que se nos plantea en la lucha.