El 31 de marzo a las 9 horas, ante la Cámara de Apelaciones del Crimen Sala I, la defensa de Pedraza, Fernández y Alcorcel no sólo requerirá ante los jueces la libertad de los tres imputados sino también que se revoque el procesamiento que se les dictó como coautores de homicidio calificado de Mariano Ferreyra y tentativa de homicidio calificado de Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pinto.

La defensa lo tendrá difícil. La soberbia y confianza en su impunidad ha llenado el expediente -a través de las escuchas en los teléfonos de Pedraza- de pruebas que muestran la obstrucción judicial del mismo sobre la Justicia para lograr la impunidad, lo cual haría imposible su excarcelación en materia legal.

Pedraza no sólo siguió personalmente las tratativas para influenciar a los jueces de Casación para obtener la libertad de los ya imputados, sino que además para lograrlo colocó como intermediario a una persona de su confianza, quien al ser investigada se descubrió que era miembro del Servicio de Inteligencia del Estado.

No sólo encargó a este sujeto que siguiera y lo tuviera al tanto de todas las tratativas con Aráoz de La Madrid para lograr coimear al presidente de la Cámara, sino que le solicitó que tratara de llegar a monseñor De Monte, arzobispo de Mercedes-Luján, quien tendría ascendencia sobre otro de los camaristas: González Palazo.

Esta solicitud (que fue descartada por el agente y Aráoz de La Madrid, porque tocar mucha gente podría provocar demasiado ruido y estorbar la operación) se basó en las supuestas aceitadas relaciones con la curia del agente.

La investigación judicial no ha dejado duda de que el plan criminal para aleccionar a los tercerizados fue premeditado y que los directivos de la UF tenían una motivación específica para ello: la defensa de su continuidad política en la conducción del sindicato y mantener sus prebendas y negocios empresariales.

Pedraza y compañía evidentemente no se quedarán pasivos y recurrirán a cualquier maniobra no legal para lograr su impunidad.

La movilización y lucha por el juicio y castigo a todos los culpables de la muerte de Mariano Ferreyra no ha cesado.

El 31 de marzo vayamos todos a Viamonte 1200, para reclamar por la no excarcelación de Pedraza y por su procesamiento.