Políticas

6/10/1994|429

¿Nos puede salvar Brasil?

Ante la bancarrota financiera que pusiera de manifiesto la noticia del extraordinario déficit fiscal que necesita cubrir la administración menemista, los economistas del oficialismo han respondido que la expansión del mercado brasileño, como consecuencia de la aplicación del plan Real, y la reactivación internacional, sacarán holgadamente a la Argentina de este pozo, porque permitirán incrementar las exportaciones y, con ello, aumentar la producción y la recaudación de impuestos. Se han hecho estimaciones de duplicación de ventas de autos y de alimentos. Para apuntalar esta perspectiva, voceros oficiosos del gobierno hicieron trascender que éste autorizaría una expansión del dinero a través de préstamos bancarios, para bajar los intereses y financiar esa exportación. Los propios brasileños estiman que sus importaciones  crecerán en forma extraordinaria, como consecuencia de la revalorización de la moneda frente al dólar y de una ola de privatizaciones.


Sin embargo … De acuerdo a los cables internacionales, el subsecretario de Comercio de Estados Unidos, Jeffrey Garten, predijo una “lucha sangrienta” (textual) por los “mercados emergentes” entre las distintas potencias imperialistas, y anunció “la movilización de los recursos y de las finanzas del gobierno de Washington para el asalto por parte de Estados Unidos de diez de esos mercados”, entre los que se encuentran “Brasil y Argentina”. Un ejemplo de la “agresividad” norteamericana es ofrecido por el “reciente contacto de Clinton con Itamar Franco para presionarlo en favor de un proyecto de tecnología ambiental, por valor de mil quinientos millones de dólares, de la compañía Raytheon” (The Financial Times, 21/9).


De lo anterior surge que la burguesía argentina va a tener que ocupar su tiempo en evitar que la competencia norteamericana la elimine por completo del mercado sudamericano, antes de que pueda explotar una reactivación brasileña. Una evidencia de esta situación es el constante incremento del déficit internacional de América Latina en su conjunto, que la CEPAL estima en 55.000 millones de dólares para 1994, un 20 por ciento superior al de 1993. La deuda externa de la región deberá crecer en consecuencia a 497.000 millones de dólares (The Financial Times, 16/9).


El plan económico ha entrado definitivamente en una etapa de agudas convulsiones.