Políticas

15/1/2015|1347

Nuestra posición en la audiencia por la boleta única


La audiencia realizada en el Tribunal Superior de Justicia ha reflejado la disgregación de los partidos que se disputan la sucesión del país y de la Ciudad. 


 


Por un lado, el macrismo ha promovido una “reglamentación” del voto en pantalla electrónica que visualiza, en primer lugar, a los partidos y agrupaciones, y sólo en segunda instancia a los candidatos. El objeto de esta presentación es ocultar detrás de la sigla PRO al candidato Rodríguez Larreta, protegido de Macri y de la camarilla de funcionarios que le ha entregado el presupuesto porteño a la “patria contratista”. El kirchnerismo, que enfrenta la elección con candidatos desprestigiados y sin chances, se sumó a esa posición. 


 


Del otro lado, el radicalismo, Ocaña y algunos otros han impugnado este criterio en nombre de que “oculta a los candidatos”. Este bloque busca disimular, detrás de ciertas ‘figuras’, la declinación -o inexistencia- de los partidos o siglas electorales que los impulsan. Entre ellos, la misma UCR. La boleta única, en ese caso, sería el pretexto para reemplazar una delimitación de bloques y planteamientos políticos por una selección entre fotos y personas. A este planteo se ha sumado el partido de Bodart, en sintonía con su larga descomposición política. 


 


La despolitización de la elección apunta a reforzar la manipulación del electorado, e incluso los pactos en ciernes entre quienes se “enfrentaron” en la audiencia de hoy. Por caso, el mismo radicalismo que impulsa a Lousteau -y que impugna el sistema electoral que reglamentó el gobierno de Macri- prepara un pacto con Macri para la elección presidencial. 


 


En la audiencia de hoy, los apoderados del Partido Obrero y del Frente de Izquierda denunciaron las manipulaciones políticas de ambos bloques y defendieron el siguiente planteo: la boleta única “electrónica” debe identificar clara y nítidamente a cada agrupación política. La foto del candidato, cuya inclusión defendimos -a diferencia del PRO y del kirchnerismo- no puede superar a la del partido en visualización y tamaño. 


 


Nuestros candidatos no se postulan como carreristas personales. Expresan un programa y una perspectiva política, en oposición al transfugismo y a la disgregación política de quienes gobiernan y han gobernado la Ciudad.