Políticas

11/6/2015|1367

“Nuestro objetivo en las Paso es desarrollar la unidad del Frente de Izquierda” Discurso de cierre de Jorge Altamira


Compañeras y compañeros:


 


Efectivamente, nuestro compañero Mariano Ferreyra está presente.


 


Compañeras y compañeros, vamos a desarrollar las conclusiones políticas que han llevado a este acto y las conclusiones políticas del propio acto. 


 


Efectivamente, hay un lanzamiento de una campaña para las Paso del Frente de Izquierda, pero no es cierto que la campaña haya comenzado ahora. Nosotros, en el Partido Obrero, hemos tenido un gran cuidado en repetir insistentemente, y acompañar con la acción, que la izquierda nunca puede confinarse al inmovilismo y necesita permanentemente desarrollar una iniciativa política contra los partidos y el Estado capitalistas. Desde que, en noviembre, un Congreso del movimiento obrero y de la izquierda, con el apoyo de muchas organizaciones que están aquí, y naturalmente con el apoyo de Izquierda Socialista, decidió impulsar nuestra campaña presidencial, hemos estado desarrollando sistemáticamente esta campaña todo el tiempo, no nos hemos quedado inmovilizados, paralizados, a la espera de proclamaciones formales, y hemos tomado una gran iniciativa política. Simplemente les digo que he participado de todas las campañas electorales del Frente de Izquierda en las distintas elecciones locales y provinciales. He estado en Salta, en Colonia Santa Rosa, Orán, Tartagal, Pichanal, la capital, Embarcación. Hemos estado efectivamente peleando el liderazgo del Frente de Izquierda en todas esas campañas. Vengo de Santa Fe, donde se va a votar el domingo y donde un gran fraude estuvo a punto de quitarnos la posibilidad de ingresar en la elección general; vengo de Rosario, de Granadero Baigorria, de Capitán Bermúdez, San Lorenzo, Puerto San Martín, Rafaela, la capital. Cuando se busca afirmar el liderazgo político de la izquierda revolucionaria hay que actuar en conformidad con las exigencias que impone desarrollar ese liderazgo político. He estado en Mendoza, en todos los distritos del Gran Mendoza. He estado en Neuquén; he estado en innumerables campañas, seguramente me olvido de algunas. Ahora vamos de nuevo a Mendoza, para apoyar a la compañera Noelia Barbeito, del PTS, como candidata a gobernadora, ya lo hicimos en las Paso, y para apoyar al Partido Obrero y al Frente de Izquierda de nuevo; y, enseguida, directamente desde Mendoza nos vamos a Córdoba para apoyar la campaña electoral del Frente de Izquierda, encabezada por la compañera Liliana Olivero.


 


En una palabra, hemos cumplido integralmente el mandato del Congreso del movimiento obrero y de la izquierda, y estamos en plena campaña aquí en la Ciudad de Buenos y ya hemos comenzado la de la provincia de Buenos Aires. Rivalizamos, en movilización, con todos los candidatos de la burguesía, que se mueven en aviones privados, mientras nosotros vamos con autos usados de una localidad a otra a reunirnos con el movimiento obrero e impulsar la organización de los trabajadores. Es indudable que lo que está en juego en esta campaña electoral es la lucha contra los tres mosqueteros del ajuste, no hay ningún otro enemigo del Frente de Izquierda en esta campaña electoral. Tenemos que derrotar a estos candidatos y tenemos la gran posibilidad de hacerlo, porque lo nuestro no sólo es un recuento de votos. A través del recuento de los votos y a través de la organización de los trabajadores los vamos a derrotar si desarrollamos poderosamente nuestras fuerzas al punto de transformar al Frente de Izquierda en la organización antagónica del ajuste y candidata a dirigir la rebelión popular contra la devaluación, los tarifazos, las caídas salariales y el incremento de la precariedad. Sin embargo, vamos por algo más (sobre esto de los candidatos del ajuste voy a hablar más adelante); vamos por el desarrollo de una izquierda revolucionaria, de una izquierda vinculada con la clase obrera y a las masas, de una izquierda que proclama que su objetivo es el gobierno de los trabajadores, la unidad socialista de América Latina y la unidad de todo el proletariado internacional contra el capitalismo explotador, belicista y criminal.


 


 


Delimitación


 


Esto nos plantea todos los problemas del Frente de Izquierda, porque, en primer lugar, ¿cómo hemos llegado a esta situación? Me refiero al desarrollo del Frente de Izquierda, estamos en siete legislaturas, en 2011 estábamos en una; estamos en numerosos concejos deliberantes y, además, tenemos un bloque en el Congreso Nacional. Es un desarrollo muy importante. En el movimiento obrero se siente que está ese desarrollo; se entiende que hay una fuerza política que se está desarrollando en nombre de la clase trabajadora. ¿Cómo hemos llegado a eso? Ha sido esencial una enérgica diferenciación política frente a un gobierno que pretendía retomar las tradiciones del peronismo para volver a emblocar a la clase obrera junto a la burguesía argentina, que la sometiera a los intereses del capitalismo. Hemos denunciado implacablemente este afán de regimentación de la clase obrera en nombre de la liberación nacional, de la lucha contra el neoliberalismo, bla-bla-bla. De la lucha contra el neoliberalismo de la mano de Chevron, vaciando las cajas de la Anses para jactarse públicamente de haber pagado 170 mil millones de dólares de deuda externa. Mientras muchos sectores populares -corrientes de lucha, combativas, en las épocas de la dictadura, del movimiento piquetero- iban atrás de este engaño, en la izquierda dijimos que no. Hay muchos sectores que hoy vienen con nosotros, pero que creyeron que había que apoyar esta experiencia nacional y popular, tercermundista, sanmartiniana, bolivariana; hoy concluyen que no era bolivariana ni sanmartiniana, ni tercermundista, sino el afán, después de la rebelión de 2001, de volver a encuadrar a los trabajadores en un marco de un frente de clases dominado por la burguesía nacional.


 


Sin esta lucha implacable, hoy la señora Presidenta podría estar enrostrándonos de que a la izquierda tiene la pared. Alude a la pared porque sabe que hay alguien a la izquierda que le jode la vida, que lucha contra el impuesto a las ganancias, contra la burocracia sindical, por la independencia de clase, por la democracia obrera en los sindicatos, por la independencia de los sindicatos del Estado, contra la tercerización laboral, como tanto fue ejemplificado aquí y por lo cual perdió la vida nuestro compañero Mariano Ferreyra. Nunca olvidemos que fue muerto por luchar por una reivindicación esencial de millones de trabajadores.


 


Entonces, hemos llegado a este desarrollo porque en el Frente de Izquierda tenemos una estrategia y llevamos las conclusiones prácticas de esa estrategia a las fábricas, a los campos, a las universidades y a los colegios. En cada acción, en cada lucha, en cada reivindicación, en cada entrevero, se desarrolla una intervención del Frente de Izquierda con miras a acumular fuerzas para establecer en este país un gobierno de trabajadores; éste es un primer aspecto. El segundo aspecto es que nosotros hemos pronosticado, a través de escritos, textos, proclamas, folletos, volantes, que la crisis capitalista mundial iba a engendrar un ascenso de la izquierda, iba a provocar, a impulsar, iba a ser un terreno para el desarrollo de la izquierda. Esto se confirmó, pero el Frente de Izquierda tiene una singularidad, el Frente de Izquierda no es Syriza, la organización reformista griega que también ascendió como consecuencia de la crisis capitalista. El Frente de Izquierda no es Podemos de España, que también ha tenido un súbito crecimiento como consecuencia de la crisis capitalista. ¿Qué nos diferencia de ellas? Que la nuestra es una izquierda obrera y que lucha por el gobierno de los trabajadores, y no es una izquierda pequeño burguesa que lucha por una conciliación con el capitalismo.


 


 


Delimitación, de nuevo


 


Ustedes lo ven: la izquierda griega ha formado un gobierno con un partido de derecha y la Iglesia Ortodoxa griega; y después de las últimas elecciones, Podemos está negociando acuerdos con fuerzas políticas burguesas para formar mayorías en los concejos municipales. No es la política del Frente de Izquierda: el Frente de Izquierda tiene esta singularidad, le ha dado una traducción revolucionaria al ascenso de la izquierda donde otros le han dado una traducción reformista a ese ascenso, a esa respuesta a la crisis. Eso es lo que estamos defendiendo, lo que estamos protegiendo, es lo que nadie nos va a arrebatar. Si no se entiende esto, no se entiende el tesoro político que hemos acumulado, de tantos sacrificios, porque no es la primera vez que esto se intenta, que fue destruido por la dictadura, por el reformismo; no vamos a hacer ahora la lista. Pero esta es una nueva tentativa, que viene de una asimilación de las experiencias del pasado, de una comprensión general. ¿Cuál es el eje de esta estrategia? Es el frente único de los explotados. El mérito de una dirección política no es proclamarse como la más consecuente, sino hacer la tarea que sólo ella y nadie más que ella puede hacer. ¿Cuál es esa tarea? La unidad de la clase obrera y de los trabajadores contra los explotadores y contra el imperialismo. Nuestra singularidad es que queremos que el proletariado se amuche, se agrupe, se desarrolle, desenvuelva un programa para acabar con la explotación del hombre por el hombre y para terminar con el sojuzgamiento del imperialismo sobre naciones como Argentina y el conjunto de América Latina.


 


 


Frente único


 


Lo que está en juego y la razón de este acto es el frente único. Yo me pregunto, si alguien está en contra del frente único, ¿qué entiende por gobierno de trabajadores? ¿Entiende el gobierno de una facción de los trabajadores? El gobierno de los trabajadores es el frente único de los explotados que toma el poder para desarrollar sus objetivos históricos. ¡El frente único, no política faccional! Porque el frente único es el que explica el tema de la democracia obrera; las facciones no tienen democracia. En cambio, el frente único de una clase social, que en primer lugar no es exactamente homogénea socialmente y más allá de ello hay distintas opiniones, que cambian según las generaciones; el frente único se cimenta con la democracia obrera. Cuando se habla de democracia obrera ¿se dan cuenta de que se trata de un frente único? Los aceiteros, ¿cómo hubieran podido ganar la huelga si no hubieran actuado en un frente único más allá de ser ateos o creyentes, de izquierda o no de izquierda. Justamente se jactaron, durante la huelga de haber desarrollado la democracia obrera. Los grandes gobiernos obreros de la historia han sido un frente único. ¿O acaso Lenin no decía que la Comuna de París era la expresión más desarrollada del frente único de la clase obrera? ¿O acaso los consejos obreros que florecieron en la Revolución rusa no eran la expresión del frente único de la clase obrera? Y si algunos partidos lideraron ese frente único, fue porque supieron desarrollar ese frente único, mientras que otros partidos, por reformistas o conciliadores, dividieron a la clase obrera para aliarla con la clase capitalista. Este es el tema de fondo, el tema esencial.


 


 


Aceiteros y Frente de Izquierda


 


En esta tribuna se ha hablado, por parte de varios compañeros, de la huelga aceitera, inclusive de esta reivindicación de un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar. Es una reivindicación histórica del Frente de Izquierda. Es una reivindicación histórica de la izquierda, que débilmente existía en el movimiento sindical, si es que existía; una reivindicación histórica de la izquierda, que tiene que ver con la naturaleza socialista de esta izquierda, porque esta izquierda, hace mucho, antes de que nosotros naciéramos, decía que hay dos derechos inalienables de la clase obrera en el capitalismo: uno, el derecho al trabajo, que es el derecho a que el patrón te explote y no te cagues de hambre como desocupado, en una sociedad capitalista, donde una clase explota a la otra; y el otro, que el trabajador empleado tiene que ganar como mínimo el costo de la canasta familiar. Son dos grandes derechos, desarrollados en los grandes programas internacionales de la clase obrera. Este programa se manifestó no utópico, no imposible, no fantasioso, no demagógico, sino el único realista, porque Caló, pidiendo 8.500 miserables pesos para la primera categoría, llevó a los metalúrgicos a la derrota, y con la consigna utópica, imposible, demagógica y fantasiosa del salario mínimo, vital y móvil, la dirección del sindicato de aceiteros llevó a ese gremio a la completa victoria.


 


Estamos viendo el hecho extraordinario, y voy a tomar una expresión que circula últimamente: como “viejo militante” de la clase obrera de este país, me enorgullezco de ver el entroncamiento de la izquierda en la que siempre milité, con la clase obrera que tanto luchó y tanto sufrió, y fue tan golpeada para alcanzar sus objetivos, por los militares y por los civiles de la clase capitalista. En esta condición, no puedo tolerar la lucha faccional en el sindicato de los gráficos, la lucha divisionista en el Encuentro Sindical Combativo, el ataque constante a militantes obreros que tienen una trayectoria de lucha -que no tienen los críticos-, porque son militantes que actuaron en la clandestinidad contra la dictadura militar, algo de lo que nos podemos enorgullecer, y creo que lo dijo Giordano u otro compañero cuando señaló de dónde venimos. No podemos permitir esas divisiones, y en el campo sindical tenemos que desarrollar ese frente único. El hecho de que el faccionalismo (haya penetrado) en algunos sindicatos demuestra que el faccionalismo en el Frente de Izquierda trasciende al Frente de Izquierda, es una lucha por el frente único en cada lugar de trabajo, en cada fábrica, en cada sindicato, cada colegio, cada aula y cada universidad, contra el capital. El frente único no es la unidad por la unidad, es la unidad en la acción, no en la palabra, en la acción contra la clase capitalista.


 


 


Ultimatismo


 


En una localidad de Córdoba, Punilla, donde hay un candidato de Izquierda Socialista, no vamos juntos, ¿por qué? Es demencial, ¿queremos que en Punilla gane De la Sota sin resistencia? ¿O que ganen Juez y Macri? Es decir, compañeros, esta campaña que iniciamos hoy, es una campaña por la defensa del Frente de Izquierda y es una campaña por lo más preciado, que es la unidad política, sindical, de la clase obrera en la lucha contra la explotación capitalista. Por eso tenemos, en el Frente de Izquierda, un abordaje diferente frente a organizaciones que se están acercando al Frente de Izquierda. Nosotros tenemos un abordaje pedagógico, discutimos con los compañeros, queremos llegar a acuerdos, siempre buscando la vía del entronque, y no le ponemos un ultimátum diciendo “hay una pared que nos separa”. No se puede empezar un debate con organizaciones luchadoras, aunque uno tenga discrepancias, a partir de un señalamiento de ese tipo. Esto es muy importante, y no importa todavía el número de los compañeros que se acercan, si esas organizaciones son más o menos numerosas, aquí hay un método que tiene que ver con el destino de los trabajadores, con el destino de sus organizaciones. Nosotros pensamos que si el “Perro” Santillán viene con nosotros en Jujuy, tenemos más posibilidades de enfrentar a esta mafia de Fellner, Milagro Sala y Gerardo Morales, que si lo dejamos al “Perro” Santillán afuera. Lo nuestro es pura lógica, defendemos intereses generales de la clase y tenemos que seguir por este rumbo. Lo que quiero decir es que no estamos ante una pendencia familiar, no son los grupos de izquierda que se dividen, ¡no!, estamos defendiendo el método que la historia demostró, que es el único método de la victoria, el frente único de los explotados contra la explotación capitalista, contra los explotadores y el Estado capitalista.


 


Perdonen que insista, esto no es una riña, es una batalla fundamental. Como hemos hecho con este recurso a las Paso, estamos luchando para que estén junto con nosotros en el Frente de Izquierda los que incluso opinan que no hay que hacer un frente único; es decir, que sigan con nosotros y luchen con nosotros, incluso los que piensan que este método fundamental de lucha, que es el frente único, es equivocado; no importa, tenemos toda la paciencia del mundo para explicárselos, no lo pretendemos resolver el día del padre. Con este método defendemos a los compañeros que seguramente van a formar otra lista, porque defendemos el futuro por el cual ellos también luchan. No ponemos en duda el sentimiento que albergan los compañeros que discrepan con nosotros; criticamos el método y criticamos llevar ese método equivocado a extremos que nos llevan al inmovilismo y permiten un trabajo podrido, más fácil, a Scioli, Macri y Massa.


 


 


El impasse de la burguesía


 


Compañeras y compañeros, nosotros no tenemos la visión idílica de la situación política y económica del país que cuenta Kicillof y ahora Macri. Resulta que van a la Unión Industrial y dicen que no hace falta un ajuste, que el país anda maravilloso, ¡los opositores! Se necesita un cierto ajuste. Nosotros no estamos de acuerdo con esto, creemos que Argentina enfrenta de nuevo una bancarrota, y que para evitar esta bancarrota es que estos candidatos están a muerte por el ajuste, por el tarifazo y por la devaluación; dice que quieren que lluevan capitales hacia la Argentina, y que al llover los capitales evitamos el ajuste. ¡No!, si ustedes quieren que lluevan capitales hacia la Argentina, esos capitales van a venir a 14 pesos el dólar, no a 9; primero, ustedes van a tener que hacer el ajuste antes de que los otros quieran invertir sus dólares por la cantidad de pesos que ellos quieren tener, que no es 9 sino 14.


 


Cuando dicen que van a venir capitales extranjeros, están diciendo “vamos a hacer todo lo necesario contra la clase obrera, que nos reclaman afuera, para que la Argentina sea atractiva para ese capital”. El país está en bancarrota, el gobierno tiene un déficit fiscal enorme y se financia con el Banco Central. Este tiene un déficit financiero enorme que se financia con los bancos locales, y éstos, a su vez, tienen un déficit financiero enorme que se financia con el depósito de los ahorristas. En esta cadena de quiebras, terminan desplumando a los ahorristas, como lo hicieron en 2001. Hay 400 mil millones de pesos de deuda del Banco Central a los bancos y hay la misma cifra de depósitos a plazo fijo. El Banco Cetral no puede pagar lo que le debe a los bancos y éstos no le podrán pagar a los que tienen los depósitos a plazo fijo, como en la convertibilidad no podían pagar, porque no los tenían, a los depositantes un peso por un dólar.


 


No es que sorprenda esta bancarrota, ¿dónde está el catastrofismo nuestro? ¿O acaso no está en bancarrota Brasil? El ajuste que denunció, creo que Giordano, de casi 25 mil millones de dólares, contra los trabajadores, ¿no es un intento de evitar esa bancarrota, haciéndosela pagar al pueblo? ¿Qué pasa en Grecia, en España, en Ucrania? ¿Dónde está la reactivación norteamericana? Hay una crisis mundial del capitalismo. Entonces, compañeros, enfrentamos un proceso político convulsivo, y de ninguna manera como lo pintan los voceros del capitalismo. Es muy importante tener presente esto porque ¿para qué nos preparamos? Si no nos preparamos para conflictos sociales de envergadura, la campaña electoral va a ser una campaña electoralista. ¡No! La campaña electoral tiene que ser la escuela de los cuadros del movimiento obrero, la integración de gran parte de él, para la lucha política de fondo. Como dijo también un compañero, que probablemente haya sido Giordano, al que he citado ya tres veces, ésa va a ser una lucha como la de 2001, como la del 19 y 20 de diciembre, la rebelión popular.


 


 


Rebelión


 


En el debate de la Unión Industrial, los candidatos del ajuste, cuando querían disimular que querían un ajuste, decían que la Argentina no tiene las condiciones políticas para un ajuste, y ahí dieron en el clavo: si vuelven a hacer un ajuste, van a tener una respuesta más profunda que la del 19 y 20 de diciembre, con la diferencia que el Frente de Izquierda, no Syriza, no Podemos; de que el Frente de Izquierda, que lucha por el desarrollo del frente único de la clase obrera, estará movilizado políticamente para una salida a favor de los trabajadores. Y tienen razón, porque la huelga aceitera demostró en qué grado interviene la clase obrera industrial. Pero el espíritu de rebelión también se manifestó el 3 de junio en la movilización por “Ni una menos”, de cerca de 300 mil personas, totalmente con independencia del programa que fue leído en la plaza. Se movilizaron en todo el país. Fue la movilización más grande. Estuve ayer en el departamento de San Lorenzo, y ahí, en el departamento de los aceiteros, de los químicos, de los papeleros, de los recibidores de granos, la movilización de la mujer levantó una bandera, “Derecho al aborto, legal, seguro y gratuito”, superando otras manifestaciones del movimiento femenino en otros lugares del país.


 


Miren esta relación profunda: la violencia contra la mujer es un producto de la sociedad en que vivimos, donde todo es violencia, violencia contra la naturaleza, contra el trabajador, contra los niños. Hay un Estado que asegura el ejercicio de la violencia, y no sólo el Estado, hay un poder ‘espiritual' que asegura el ejercicio de esa violencia, que es la Iglesia católica, y la mayor parte de los jueces son clericales. Entonces, cuando una mujer va a reclamar un derecho dicen: “Niña, tienes que defender el matrimonio, piensa en los hijos”, y en lugar de tomar medidas para que cese esa violencia, no toma ninguna medida y es lo que denuncian todas las mujeres que han hecho reclamos de ese tipo. Es antes que nada una violencia de un sistema de explotación, que se manifiesta en una violencia de género, y no una violencia de género separada de un sistema de explotación. Porque si queremos arreglar este asunto, por algún lugar tenemos que arrancar, y la forma de arrancar es que gobiernen los trabajadores, no que se imparta una clase de educación, porque ninguna clase de educación puede superar la presión del clero, del Estado, de los partidos y del poder económico. ¿Desde cuándo? ¡Ni Sarmiento pensaba en esas boludeces!


 


 


La clase obrera y la mujer


 


Ahora quiero hacer la reflexión más importante. Tenemos que tener una posición clasista frente a la violencia doméstica, defender los derechos democráticos de la mujer, como el divorcio, el derecho al aborto, a una educación sexual y a la entrega gratuita de anticonceptivos. Tenemos que defenderlo, pero la conquista de esos derechos va a demostrar, si pudieran ser conquistados realmente, que sigue en pie una violencia que genera el sistema social. Y como he hecho en muchas tribunas, muchas, lo voy a hacer aquí también, lo considero esencial, la clase obrera tiene que luchar contra la violencia doméstica en el seno de la clase obrera, que ejecutan los obreros contra las mujeres obreras de ellos. La gran revolución feminista va a ser la unidad, la fraternidad y el respeto entre las parejas de obreros y obreras, ahí también necesitamos el frente único; el hogar tiene que ser el frente único de la clase obrera en la lucha contra el capitalismo.


Tenemos que hacer una campaña, que requiere de dos métodos: una intensa campaña de esclarecimiento, y de otro lado, la organización independiente en frente único de la mujer trabajadora en general, para que la acción colectiva de la mujer muestre la independencia y la iniciativa de la mujer, la seriedad y la responsabilidad con que asume su lucha, y conmueva las fibras de todos los sectores de la clase trabajadora, y demuestre al Estado que hay un poder que está naciendo entre los trabajadores, constituido en primer lugar por las mujeres, pero por las mujeres y los trabajadores en general y sus compañeros trabajadores.


 


Como ustedes ven, tenemos un programa enorme. A veces me deprime tener que discutir con Scioli, Massa y Macri, que son tres peleles, que no podrían articular una idea política en forma coherente, cuando nosotros tenemos un programa de esta magnitud, un programa sobre el que hemos reflexionado a la luz de las experiencias -y cuando digo de las experiencias, me refiero naturalmente a las derrotas-, por qué fuimos tantas veces derrotados en los últimos cuarenta años. Hay gente que dice que “porque los militares son malos”, ¡chocolate por la noticia! El problema es qué clase de deficiencias políticas teníamos en nuestro movimiento que ellos pudieron aprovecharlas y explotarlas para instaurar dictaduras feroces, que se llevaron la vida de compañeros fabulosos, extraordinarios, luchadores.


 


 


A la lucha


 


Tenemos un vasto terreno para conquistar; la burguesía todavía tiene sus resortes; no tenemos una batalla fácil. Los periodistas dicen “es más difícil esta elección porque es una elección ejecutiva”. No, no es por eso, es porque al ser una elección ejecutiva, los candidatos de las patronales se roban todo el presupuesto de la provincia de Buenos Aires, el de la Capital y del nacional para apoyar sus campañas políticas. No es que el obrero tiene miedo en una elección ejecutiva de que Giordano sea vicepresidente y que lo prefiere de concejal. Imagínense alguien que diga “este tipo me gusta, pero lo prefiero en una posición inofensiva”. Es una contradicción. No es que no nos quieran en una posición ejecutiva, lo que pasa es que en una lucha ejecutiva, ellos despliegan todos sus resortes. ¿Ustedes leyeron las últimas noticias para que Massa se baje? La última noticia para que Massa se baje es que la campaña electoral le va a costar 800 millones de pesos, y como los grandes grupos económicos decidieron apoyar a Macri, Massa no tendría esos 800 millones. Le dijeron “te sacamos la guita, y vos que pensabas que ibas a ser la gran posición ejecutiva, vas a tener que criar nietos con Malena en Tigre”. Nosotros no los hemos visto ni en los mejores de nuestros sueños esos 800 millones.


Entonces, a la luz de estas conclusiones, los invito a que deliberemos sobre la formación de comités de bases en las empresas, en las escuelas, en los colegios, y a que desarrollemos esta perspectiva de unidad que expuso el “Pollo” Sobrero aquí: un frente único del Encuentro Sindical Combativo, la Coordinadora Sindical Clasista y todos los agrupamientos. Claro que no todos tienen que estar en el Frente de Izquierda, pero la responsabilidad de la convocatoria, de darle un rumbo político estratégico, de jugarse a muerte por esa unidad sindical tiene que ser del Frente de Izquierda, porque el Frente de Izquierda está liderando un proceso político, y si en algún momento abandona ese liderazgo, va a caer en otro sector. Entonces, convoquemos a ese congreso obrero, lo propuse en la Plaza de Mayo, constituyamos comités de bases.


 


Concluyo: las Paso no son una pelea faccional nuestra contra la lista que surja en oposición a nosotros. Nuestra actividad y nuestra lucha en las Paso es por la unidad del Frente de Izquierda, por la unidad de la vanguardia de los obreros, por la unidad de los sectores combativos, por el frente único de la clase obrera y por el gobierno de los trabajadores, que es el remate histórico del frente único de los explotados.


 


Compañeros, muchísimas gracias, y empieza otra etapa del combate.


 


 


 


Foto: Ivan Asnicar