Políticas

28/7/2022

Nueva suba de tasas, el gran capital le sigue torciendo el brazo al gobierno

Se agranda la burbuja de deuda en pesos del Tesoro y el Banco Central.

El gobierno responde a las presiones devaluatorias otorgándole mayores concesiones a los capitalistas. Sin embargo, se trata de medidas improvisadas, propio de la parálisis oficial, con lo que ninguna surte efecto y la corrida continúa. Ahora bien, todas ellas agravan las contradicciones explosivas del rumbo económico, preparando las condiciones para que se produzca una estampida mayor.

Por un lado, la última licitación de deuda del Tesoro logró captar $514.805 millones, convalidando un aumento del 6,5 puntos en las tasas, donde la efectiva anual alcanzó el 90%. A su vez, la mayoría de los bonos ofrecidos contenían una cobertura frente a la devaluación al estar indexados al índice inflacionario (CER) o a la evolución del dólar oficial (dollar linked). En esa misma línea, el Banco Central llevó la tasa efectiva anual de las Leliqs a 28 días al 79,59%. Como vemos, se va configurando un endeudamiento en pesos cada vez más costoso para la economía del país, en pos de disuadir a los acreedores de dolarizarse. De más está decir que conceder semejantes garantías para la “timba financiera” va a contramano de estimular cualquier proceso de inversión productiva.

A su vez, el gobierno ideó un régimen cambiario diferencial para incentivar al agro a que termine de liquidar su cosecha de soja, en función de recomponer las exiguas reservas del Banco Central. No obstante, como señalamos en un artículo anterior, las medidas oficiales pueden profundizar el drenaje de divisas, dado que amplían el acceso al dólar ahorro para el capital agrario. Por otra parte, este recibiría bonos dollar linked a cambio de un porcentaje de sus ventas, lo cual termina siendo un estímulo más para que el sector refuerce las presiones sobre el tipo de cambio. O pueden directamente no dar resultado y que los productores persistan en el acopio de granos a fin de conservar su “poder de fuego” para seguir pugnando por una devaluación en regla. De todas maneras, fue inevitable que otras ramas exportadoras -como la vitivinícola y las pymes- salieran a reclamar las mismas prerrogativas, lo cual podría decantar en un reguero de desdoblamientos cambiarios.

Por otra parte, con el objetivo de disipar las expectativas de devaluación, el Banco Central lleva vendidos más de USD 7.000 en el mercado del dólar a futuro. Dichas operaciones comprometen las reservas, y, además, son una invitación a que los compradores redoblen las corridas para precipitar una suba del dólar y ganar más. Como vemos, la autoridad monetaria pretende “apagar el fuego con nafta”.

A todo esto, la brecha cambiaria no baja del 130% y el Banco Central dilapidó más de USD 1.000 millones en lo que va de julio intentando contenerla. No podrá intervenir por mucho tiempo más dado que al 15 de julio, según la consultora Grees, las reservas líquidas ya se encontraban en USD -3.569 millones. En ese sentido, la entidad está acelerando el ritmo devaluatorio; un sendero que terminará de derrumbar los ingresos pesificados de los trabajadores y beneficiará a un sector de la clase capitalista que, tal como describimos, cuenta con numerosos instrumentos para cubrirse frente a un salto en el precio del dólar oficial.

Batakis fue hasta Washington para mostrar que está dispuesta a hacer todo lo posible para cumplir las metas del FMI y se encontró con aprietes de otros organismos multilaterales de crédito que reforzaron sus condicionamientos para habilitar los créditos que el gobierno argentino necesita en medio de tamaña crisis. El acuerdo con el Fondo, lejos de estabilizar la economía, se mostró como inviable, lo que mantiene al gobierno en un inmovilismo muy fuerte. Por su parte, CFK, que en un primer momento había ensayado una pose disidente a dicho pacto, hoy apoya a la ministra de Economía que refrendó el rumbo de ajuste fondomonetarista y se encuentra negociando con las otras alas de gobierno una reorganización de gabinete cuyo objetivo es llevar adelante ese programa; echando por tierra toda demagogia opositora por parte del kirchnerismo.

Finalmente, es necesaria una intervención obrera y popular que gane las calles contra esta ofensiva, en defensa del salario, las condiciones laborales y los puestos de trabajo. Es fundamental pelear por un paro nacional y un plan de lucha que quiebre el pacto con el FMI y abra paso a una salida a la crisis inspirada en el interés de las mayorías.

https://prensaobrera.com/politicas/mucho-mas-que-otra-crisis-de-gabinete-un-gobierno-agotado