Políticas

21/3/2013|1260

Nuevamente, el ‘piso’ de las internas abiertas

En agosto de 2011, el Frente de Izquierda logró superar la barrera proscriptiva de la reforma política, que imponía la necesidad de obtener un 1,5 por ciento de los votos válidos para pasar a la elección general. En octubre aumentamos todavía más la votación a diputados, y estuvimos cerca de alcanzarlos en Capital y en la provincia de Buenos Aires.


Lo ocurrido en 2011 no significa, sin embargo, que el piso electoral no vuelva a ser un obstáculo proscriptivo. Por de pronto, hace dos años no pudimos superarlo en una serie de distritos y tampoco lo lograríamos ahora, en principio, al menos en una parte de ellos. La conformación general de fuerzas para las elecciones actuales no está definida todavía, pero no será una repetición de 2011. O sea que se nos presentan nuevas luchas políticas antes de poder reconquistar y acrecentar los votos conseguidos hace dos años. Alternativamente, vuelven a aparecer las versiones acerca de que las primarías de este año, previstas para agosto, podrían ser suspendidas.


La necesidad de superar ese piso electoral proscriptivo vuelve a ser una poderosa razón para empeñarnos en la defensa del Frente de Izquierda. La razón principal sigue siendo, de todos modos, evitar la dispersión electoral de los luchadores obreros y juveniles y ofrecer un bloque común contra los partidos patronales y sus apéndices. Es la forma de clarificar la lucha electoral en términos de una lucha de clases.


Llamamos a reforzar la campaña ya iniciada por nuestro partido, para crear una conciencia, en el mayor número de trabajadores posible, acerca de la necesidad de un voto por la izquierda revolucionaria. Estamos colocados, enteramente, en el camino de la continuidad del Frente de Izquierda de 2011, cuyas posibilidades aún siguen vivas.