Políticas

20/3/2014|1306

Numerosa presencia sindical con Jorge Altamira en Tigre

XXII Congreso del Partido Obrero


altamira tigre

El sábado 15, la charla titulada “El Movimiento Obrero frente al Rodrigazo K”, con la presencia de Jorge Altamira, reunió a más de 250 compañeros del neumático, perfumistas, docentes, plásticos, del Smata, telefónicos, gráficos, docentes y estatales, UOM y otros gremios. La charla desbordó el local y fue seguida por pantalla en la calle.

Altamira, de entrada, reencuadró la actividad como parte del XXII Congreso del PO porque -dijo- “los congresos socialistas se hacen con la participación activa del movimiento obrero, y de ningún modo en tertulias reservadas de supuestos cuadros políticos”. Añadió que esto era más necesario que nunca, en momentos en que el Frente de Izquierda se ha acercado al millón y medio de votos y triunfado, en forma holgada, en la capital de Salta. Luego de desentrañar los aspectos explosivos del ajuste que el gobierno ha puesto en marcha, y en especial la acción desesperada del gobierno por conseguir financiamiento internacional, Altamira abordó dos cuestiones estratégicas. La primera fue el vínculo objetivo de la actual crisis con la bancarrota de 2001, o sea los límites de la salida a esa bancarrota de la política de ‘reconstruir a la burguesía nacional’, que procuró el kirchnerismo. La conclusión que se impone de esto, es la naturaleza histórica o estratégica de la crisis en curso, o sea la alternativa de un gobierno de trabajadores.

El segundo punto central fue el interrogante que puso ante la asamblea, acerca de cómo se estructuraría un partido de trabajadores. En este punto, la respuesta de Altamira fue concluyente: todo el desarrollo histórico desde el Cordobazo señala que será el resultado de la fusión de la izquierda revolucionaria y del movimiento obrero, la única que puede desarrollar la tendencia del movimiento obrero hacia su independencia de clase. Calificó a la hipótesis del surgimiento de un partido de trabajadores a partir de las luchas sindicales, como una construcción artificial, a la que consideró un paso atrás fenomenal con relación a la experiencia que se ha puesto en marcha como resultado del Frente de Izquierda.

Estos ejes estratégicos centraron la atención de la audiencia. En el propio debate, Altamira advirtió contra cualquier ilusión de que la burocracia de los sindicatos fuera a enfrentar el ajuste, en especial porque la crisis la obligará a acentuar un discurso demagógico. Ilustró el punto con numerosos ejemplos de la actuación de la burocracia sindical durante el Rodrigazo (1975). Impactó su señalamiento acerca de la incapacidad de Montoneros y ERP para ofrecer una vía revolucionaria al movimiento huelguístico de esos años, que atribuyó a que la estrategia de esas organizaciones no partía de la lucha de clases sino del aparatismo militar.

Interesaron mucho, durante la discusión, las observaciones de activistas telefónicos, docentes y del Smata. La huelga docente ocupó gran parte de la charla y de la discusión, y se votó una concurrencia masiva a la marcha del viernes 21. Hubo asimismo una descripción de las polémicas entre la agrupación Naranja Mecánica y la burocracia local del Smata, que testimonian la preocupación de ésta por el desarrollo del clasismo. Varios trabajadores de estaciones de servicios manifestaron su interés en formar una agrupación sindical.

La importante afluencia de trabajadores de la Zona Norte y el contenido del debate, marca un nuevo salto en el desarrollo de nuestro partido en la región. Cuando se juntan esta concurrencia con el interés por la charla y la participación en el debate, resulta claro que el movimiento obrero vive una fase de ascenso.

En la parte final del debate se resolvieron iniciativas como el apoyo a la huelga docente y la participación masiva en la movilización del 24 de Marzo.


Juan Pablo Rodríguez