Políticas
22/5/2019
Obras en el Belgrano Norte: retrasos y perjuicios contra los usuarios
Seguir
Estamos a mitad de otoño, las lluvias y el frio se hacen cada vez más presentes y los usuarios del tren Belgrano Norte sufren un verdadero calvario. ¿A qué se debe? A la demora en la construcción de las nuevas estaciones, proyecto anunciado en abril del año pasado por el ministro de Trasporte de Nación, Guillermo Dietrich. Mientras tanto, los vecinos de diferentes localidades deben esperar en estaciones provisorias que no cuentan con refugio ante adversidades climáticas ni baño, y presentan una dificultosa accesibilidad.
El ministro anunció la creación de 22 estaciones (de Villa Rosa a Retiro) que tendrían elevación de andenes, una puesta en valor de las mismas, instalaciones de nuevos refugios, baños e iluminación. Su valor inicial fue de 2.200 millones de pesos (Licitación Nacional ADIF Nº LP08/2017) y se terminarían en el segundo semestre de 2019. Quienes pasen por cualquier estación verán que las obras no llegan ni a un cuarto de su totalidad. Ahora, por motivos inflacionarios, según indicó Dietrich, se hará una readecuación presupuestaria y se terminarían a fin de año.
Cuando decimos “el calvario de los usuarios” no se exagera. El Belgrano Norte es hoy el peor servicio (y desde hace un tiempo también) que se le brinda a la gente. La concesionaria es Ferrovías hace más de 20 años, gran responsable en todo este deterioro. Una concesionaria que ha recibido millonarios subsidios y ha sido beneficiada con los tarifazos ¿Cuál es la otra cara? El usuario, que como se detallará adelante, vivió un terrible sufrimiento, a la par que recibía un nuevo aumento tarifario del tren en julio pasado. A la impuntualidad y el desprecio para que el pasajero tenga más comodidades, le sumamos hoy el Estado, con esta millonaria inversión yendo en el mismo camino del olvido.
Este menosprecio arrancó cuando comenzaron las obras de las estaciones provisorias a principios de abril de 2018. Dos meses después, el mismo día que se inauguraron, se suspendieron. En varias estaciones, como Boulogne Sur Mer, se cayeron parte de las estructuras, que fueron negligentemente armadas, provocando lesiones en algunos usuarios, andenes que no cumplían en muchos aspectos con lo que los planos señalaban. A principios de julio se habilitan. Una millonada en pesos destinada a irregularidades, con empresas y Estado que no respondían. En el medio, miles y miles de personas tomando un servicio gratuito de colectivos que iba desde Del Viso hasta Aristóbulo del Valle, viajando apretados, llegando tarde a sus trabajos y gastando un extra en transportes que debían combinar por ausencia del tren.
Desde aquella segunda inauguración de las provisorias, las quejas son múltiples, entre ellas el reclamo de cientos de vecinos de Villa Adelina y Carapachay, que les fusionaron las estaciones, teniendo que caminar varias cuadras de más, siendo víctimas de hechos de inseguridad en las inmediaciones, o la ausencia total de baños y dificultades de accesibilidad en las construcciones. La empinada escalera de Aristóbulo del Valle o los días de lluvia que, ante insignificantes techos en los andenes, es una postal triste de abandono que debemos en algún momento frenar.
La paralización de obras y el motivo de los costos inflacionarios han sido un suceso recurrente a lo largo de este último año y medio de ajuste brutal en la obra pública. Como ejemplo zonal podemos recordar también las obras del túnel que pasa por Sarratea y las vías del Belgrano (división San Isidro y San Martín); esta última debería haber terminado en julio 2018 y su inauguración se postergó un año: un abandono que perjudicó a vecinos y comerciantes.
Exigimos que se abran los libros y se coloquen las obras bajo control de los usuarios para garantizar su cumplimiento.