Políticas

1/10/2015|1383

Olivero, Puddu y Navarro al Congreso Nacional


La elección municipal de la capital ha acentuado la disgregación de los partidos capitalistas en la provincia. El derrumbe de la gestión de Mestre, con Macri y Carrió incluidos, sólo fue atenuado por la cooperación de la burguesía local, De la Sota y los medios monopólicos. En la oposición, la degradación fue total. El kirchnerismo quedo séptimo, con una votación marginal; la dupla Juez-Riutort (PJ), cuarta, y De la Sota festejó un 17%. El punto más disolvente, sin embargo, se expresó en el segundo lugar del mercenario periodístico Méndez. Financiado al principio por De la Sota y el kirchnerismo para restar votos a Juez y neutralizar al Frente de Izquierda, Méndez rápidamente se convirtió en un peligro concreto de tener un Estado dirigido por una juntada improvisada sin partido y sin programa capitalista. El gobierno de corrupción y negociados de Mestre es la única salida capitalista. El pacto De la Sota-Mestre se ha afirmado, pero a costa de eliminar al centroizquierda.


 


La descomposición del dominio político burgués se acentúa con la descarga de la crisis en la provincia, que se puede resumir en dos puntos centrales: reducir la capacidad productiva en la industria instalada y extender al máximo la frontera agraria. Los despidos ya se cuentan de a cientos en varias fábricas, pero las suspensiones de a miles y se preparan despidos masivos en las terminales. La instalación de Monsanto y Syngenta apunta, juntamente con los pools de siembra, a la apropiación de la parte del león de la renta agraria. El dato más contundente es el cierre de cinco frigoríficos en los últimos años, lo que anuncia la extinción de la principal industria ligada al campo. Devaluación, ajuste y tarifazo es el panorama que domina la provincia y el país.


 


Trabajadores y juventud enfrentan estos planes en la provincia con una tendencia a la acción, a la lucha. Los obreros de Minetti pararon contra la precarización, los metalúrgicos contra los despidos, los docentes y estatales por el salario, los de Luz y Fuerza y los municipales contra el impuesto el salario. En la UTA, una sola empresa ha recibido 36 paros en un año, en su mayoría autoconvocados. Del mismo modo, se suceden las luchas y ocupaciones contra la especulación inmobiliaria, también se multiplican las organizaciones vecinales en barrios y poblaciones para enfrentar las consecuencias ambientales y sociales que deja el desarrollo agrario e inmobiliario capitalista. Casi todos los casos de violencia de género desatan movilizaciones, no poco masivas. Por estos días, el movimiento secundario ha sacudido el ajuste en educación con decenas de tomas de escuelas y una movilización de 2 mil estudiantes en el aniversario de La Noche de los Lápices.


 


La crisis política y económica han decantado en una falta de autoridad del Estado para enfrentar el proceso de organización y lucha que las masas ya han emprendido. Entra en crisis el propio régimen político. La corrupción se adueñó íntegramente de las gestiones provincial y municipal. De la Sota y Mestre tienen sus Lázaro Báez y sus Niembro. Aumenta el aparato represivo y su descomposición, y la subordinación de la Justicia al poder político: así crece la impunidad. La única autoridad del régimen se apoya en las elecciones, pero como en ellas se expresan tendencias contrarias al propio régimen, se convierten en un campo de maniobras y marketing. El fraude que sufrió el Frente de Izquierda en 2013 se inscribe en esa agenda. Ahora, en 2015, el gobierno oficialista había perdido por primera vez la mayoría en la Legislatura, pero la alianza UCR-PRO-Juez le entregó dos bancas para garantizar la gobernabilidad al ajuste y, por sobre todo, para contrarrestar la acción del FIT.


 


Está en juego “quién le pone el cascabel al gato” de la crisis capitalista. El Partido Obrero ha preparado una gran campaña de cara a octubre con reuniones y asambleas, con recorridas mediáticas, con spots y trabajo en las redes sociales, con la presentación de proyectos; para hacerles visible al movimiento obrero y al resto de los movimientos populares la necesidad de levantar una gran fuerza obrera y popular, que imponga una salida anticapitalista. Debemos hacer grande un programa democrático y de reivindicaciones mínimas y transitorias que permitan andar la estrategia del Partido Obrero y del Frente de Izquierda; es decir, el gobierno de trabajadores.


 


Acaba de sesionar exitosamente el plenario ambiental provincial, convocado por el PO-FIT, que contó con las presencia de referentes de las principales luchas, como la de Malvinas Argentinas contra Monsanto o de Sierras Chicas frente a las inundaciones. Estamos preparando un congreso provincial del movimiento obrero para octubre, la organización del viaje al Encuentro de la Mujer y la presencia de Jorge Altamira en la provincia.


 


La conquista de una banca en el Congreso refuerza esta perspectiva. Vamos con Liliana Olivero, Hernán Puddu y Jorge Navarro al Congreso.