Faltaba solamente un legislador para alcanzar el quórum de 129 diputados y habilitar la sesión especial contra el tarifazo, impulsada por la oposición. Había sido convocada a las 11 de la mañana y el reloj marcaba las 11:52. Graciela Caamaño “advierte que hay diputado que están viniendo”. El presidente de la Cámara, Emilio Monzó, anuncia entonces que aguardará solamente hasta las 12. 

En ese momento, de manera subrepticia, un diputado de Cambiemos se desplaza por el hemiciclo hasta la banca del salteño Alfredo Olmedo, el patrón de estancia que se caracteriza por sus planteos derechistas y su atavío amarillo chillón. Intercambian unas palabras y el salteño se retira mientras se estaba contabilizando el quórum, para garantizar el fracaso de la sesión, en el mismo momento cuando ingresaba el diputado faltante. Asomado a través de las cortinas que dan al comedor del Congreso, el jefe del bloque de PRO, Nicolás Massot, supervisaba el operativo.

Pero esto no fue nada. Porque una vez que el boicot a la sesión era un hecho consumado, Olmedo volvió a su banca y se anotó para hablar, como si nada hubiera ocurrido. “Estoy totalmente de acuerdo con esta sesión. Lamentablemente no hay quórum. Lamentablemente, una vez más, la política fracasa y no se le da respuesta a la gente”, divagó. Hay que tener la cara muy dura para presentarse como adalid de la “anti-política”, despotricar contra el ajuste para la tribuna y sabotear su tratamiento en el recinto.

 

 

Poco después, Olmedo se cruzó con Romina del Plá en los estudios de A24, quien le enrostró la maniobra. 

“Acá hay una cuestión muy concreta. Hay varios bloques de la oposición que mandaron a algunos diputados, los suficientes como para aparentar que estaban en la sesión, pero no bajaron todo su bloque. Sin embargo, es cierto que Olmedo estaba sentado en su banca y justo cuando estaba entrando el diputado que daba el quórum, el diputado Olmedo no estaba. Fue justo en ese momento. Entonces es muy llamativo. La sesión no estaba levantada, porque Monzó dio plazo hasta las 12 y todo esto ocurrió doce menos cinco”.

“El problema de fondo  es otro. Acá tenemos una puesta en escena donde Carrió y los radicales están diciendo en los medios que están preocupados por el tema de las tarifas y que tienen propuestas alternativas pero claramente no vinieron a discutirlas. Y el oficialismo estuvo mofándose, no de los diputados, porque los diputados dijimos lo que teníamos que decir aunque la sesión no tuviera su desarrollo formal. Denunciamos los tarifazos y presentamos nuestros proyectos. Pero lo que está de fondo es que el diputado Massot se asomó a la puerta y se burló, no de los diputados diciendo que faltaban dos; se burló del pueblo argentino que está sufriendo los tarifazos. El problema de fondo –y acá está el contraste– entre estos tarifazos del 1.600%, por ejemplo en el caso del gas, que beneficia a los empresarios socios del gobierno, muchos de los cuales también se beneficiaron con el kirchnerismo, y el 15% de las paritarias”. 

Olmedo balbuceó unas explicaciones delirantes, se retiró del estudio e inexplicablemente, poco después, reapareció en el mismo programa. 



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