El gobierno de Milei está llevando adelante una ofensiva en regla contra los jubilados. En noviembre, quienes cobran el haber mínimo –alrededor de 3 millones de personas– recibirán en mano $315.213 con el bono (congelado desde marzo) incluido. Es un monto que está casi $600.000 por detrás de la canasta básica del jubilado que mide la Defensoría de la Tercera Edad. La política oficialista en la materia representa una continuidad con respecto a la de los gobiernos anteriores; la Cámara Federal de Mendoza acaba de declarar inconstitucional la fórmula de movilidad previsional que estableció la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

La Justicia impugnó el cálculo previsional declarándolo inconstitucional, violatorio del derecho de propiedad y gravoso para los jubilados por la pérdida que supuso para los haberes. El fallo puso de manifiesto un gran proceso de confiscación. Según los camaristas, las jubilaciones cayeron un 50,3% en términos reales desde 2021 hasta el primer trimestre de 2024; y, en 2022 y 2023, los haberes perdieron un 11,6% y un 33,5% frente a la inflación –respectivamente. Es que, con la fórmula peronista, los aumentos se establecían combinando el 50% de la variación trimestral de la recaudación tributaria de la Anses y el 50% de la variación salarial medida por el Ripte.

El Partido Obrero denunció en tiempo real esta fórmula como confiscatoria, ya que era evidente que al haber una menor recaudación (por la rebaja de los aportes patronales y por el crecimiento del trabajo en negro) y un ajuste sobre los salarios (impulsado en ese entonces por las patronales y el gobierno peronista) la fórmula iba a dar como resultado “aumentos” negativos para los jubilados. Los camaristas señalaron que la fórmula no aseguraba ni los “mínimos niveles de subsistencia”; aunque también consideraron que a través del decreto 274/2024 de Milei (que estableció que los haberes se actualicen por inflación) el Estado reconoció las “deficiencias de la fórmula” del Frente de Todos, como si la política libertaria fuera positiva para los jubilados.

Los peronistas en el poder profundizaron el ajuste que implementó Macri, quien mediante una reforma previsional les robó a los jubilados un trimestre entero y aumentó la edad de retiro. Que los libertarios siguen aplicando la misma política antijubilados se ve en lo siguiente: quien hoy percibe $600.000 (un haber cuyo monto apenas duplica el de la mínima) debería cobrar 1,2 millones para tener la misma capacidad de compra de siete años atrás. Según un artículo de La Nación (25/10), entre septiembre de 2017 y el de este año las jubilaciones perdieron aproximadamente la mitad de su poder adquisitivo. La caída llega a casi el 60% en el caso del haber máximo.

La mínima, para tener el mismo poder adquisitivo que poseía en septiembre de 2017, tendría que haber sido hace dos meses de $438.4145 –se ubicó, por el contrario, más de $100.000 por detrás de ese monto. Su valor real es un 30,5% inferior al de siete años atrás. En relación con diciembre de 2023, los haberes mínimos tuvieron una caída del poder adquisitivo del 6% –el derrumbe es mayor si no se cuenta el bono. El gobierno de Milei combina esta política de destrucción de las jubilaciones con un desfinanciamiento del Pami y el recorte en la entrega de medicamentos gratuitos. Una orientación criminal que pone de relieve que este gobierno también es incompatible con la supervivencia de los adultos mayores.

Milei decretó en marzo una fórmula de movilidad ajustada por inflación en momentos en los que la misma comenzaba a bajar, consolidando el derrumbe que trajo consigo la fórmula anterior. Es más, como el bono se encuentra congelado desde marzo, el ingreso integrado por el haber mínimo y el refuerzo tendrá en noviembre un incremento del 2,7% y perderá contra la inflación. El ataque es brutal. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, entre 2017 y agosto de este año, la jubilación mínima perdió poder adquisitivo por el equivalente a $4.626.084 (a precios de agosto 2024) y los que cobran el equivalente a tres haberes mínimos perdieron $21.182.280. El robo del siglo.

Con vetos y reformas, los partidos del sistema han venido impulsando una confiscación monumental contra los jubilados. El dinero que les sacan a los adultos mayores lo han estado destinando al pago de la deuda externa, al otorgamiento de subsidios para los capitalistas, etc. Ningún gobierno ha repuesto los aportes patronales eliminados por Menem y Cavallo; por el contrario, han sido impulsores del trabajo en negro, y quieren transformar las jubilaciones en una mera pensión a la vejez, una política impulsada por las burguesías de todo el mundo.

El gobierno de Milei está empecinado en destruir las jubilaciones y llevar a toda la clase obrera a una bancarrota social sin precedentes. Por eso respaldó la represión contra la manifestación de jubilados que el miércoles reclamó contra el recorte a la cobertura de medicamentos; la policía porteña golpeó jubilados y uno debió ser hospitalizado tras descompensarse y sufrir convulsiones.

Milei debe irse de inmediato. Luchemos por un gobierno que garantice el 82% móvil y jubilaciones que cubran el costo de vida. Luchemos por un gobierno de trabajadores.

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