Políticas

10/1/2013|1254

Otro que “recupera soberanía”

Con la transferencia del subte a la Ciudad, el gobierno kirchnerista no sólo cedió al macrismo la concesión del subte. También le dejó un conjunto de negocios asociados. Entre ellos, la cesión de los túneles para el tendido de cable coaxil y fibra óptica, la publicidad en las estaciones y los locales comerciales. Hasta ahora, esos filones eran explotados por Roggio-Metrovías, por medio de una serie de empresas paralelas. Mientras el déficit de la gestión del transporte era cubierto por el gobierno K mediante subsidios, las empresas paralelas obtenían enormes beneficios que no eran registrados en la contabilidad del concesionario.


El proyecto de ley de traspaso de Macri que votó la Legislatura, transfirió las explotaciones paralelas al Sbase. Nadie lo dice, pero el libreempresista Macri ha producido una estatización parcial del subte o, para decirlo de otro modo, ‘una recuperación de soberanía'. Como ocurre con Ausa, la empresa de peaje, o antes con la Corporación Puerto Madero, los ingresos que el Sbase obtendrá por estos negocios formarán parte de un presupuesto paralelo al que vota cada año la Legislatura, que la Jefatura de Gobierno manejará con discrecionalidad. La cobertura del déficit que ocasiona el subte es cubierto por aumentos en el peaje y en algunos impuestos, y fundamentalmente por el aumento de tarifas, que se prevé llegará a cuatro pesos en marzo-abril.


El macrismo ya ha dicho que re-licitará los servicios periféricos del subte, aunque antes intentará una renegociación de la concesión con Roggio. Pretende incorporar al negocio a nuevos grupos económicos (se habla de la francesa Alstom). Macri no oculta la intención de abrir la Ciudad a negocios en gran escala para el capital privado.