Políticas

8/11/2021

Pablo Bruera hace campaña por el Frente de Todos

Mate amargo: el exjuez Luis Arias y el inundador de La Plata, ambos con Kicillof.

En una “mateada” de campaña, organizada por el aparato del Frente de Todos, Axel Kicillof llamó a una “verdadera reconstrucción de la provincia de Buenos Aires”. Tratándose del gobernador bonaerense, la frase equivale a una autoinculpación de “Kici”, quien lleva ya dos años en el gobierno y recibió una paliza electoral en las Paso. Hasta las primarias, el gobierno kirchnerista decía ser el portavoz de la “vida que queremos” y de una reconstrucción en marcha que ahora reconoce, a su pesar y disimuladamente, que no existió. En la actividad participó nada menos que el exintendente Pablo Bruera, uno de los responsables políticos de la trágica inundación de La Plata.

La puesta en escena de funcionarios y punteros fue un control de presencias y ausencias del aparato en las vísperas de lo que muy probablemente será otra derrota y el desencadenante de una nueva crisis de gabinete después del 14 de noviembre. Mientras Kicillof pasaba lista en La Plata en su mateada de “unidad”, el PJ bonaerense postergaba las elecciones internas municipales para que los jefes comunales no queden pegados al fracaso electoral, que además pone en cuestión la presidencia de Máximo Kirchner y el futuro de La Cámpora. Los spots del Frente de Todos hablan del “Sí a la identidad” cuando la propia agrupación de Máximo está pensando cambiarse el nombre; el principio de la disolución completa en el PJ.

Una de las apostillas de la mateada “a la uruguaya” fue la participación de los candidatos del Frente de Todos en la provincia (Victoria Tolosa Paz) y de los candidatos platenses, que hace rato tiraron la toalla y ni siquiera hacen campaña en el municipio contra Juntos y la lista que representa al derechista intendente Julio Garro. Un peronismo desmoralizado, que sobre llovido mojado, carga ahora con el salvavidas de plomo de Bruera. El y sus hermanos salieron a hacer campaña en apoyo a Tolosa Paz y por la “unidad” del peronismo.

En la “mateada” donde habló sólo Kicillof estaban presentes, además del exintendente de La Plata, sus hermanos, Mariano y Gabriel. Toda la “familia” está agarrada del PJ platense, donde se refugió el exjefe comunal después del casi centenar de muertos por la inundación que lo sepultó políticamente. Desde el 2015, Bruera actuó por mediación de su “fiel Escudero”, Guillermo, para reinsertar a un bruerismo desprestigiado. Escudero perdió la interna platense del Frente de Todos, donde concurrió con el apoyo público y presencia en la lista de candidatos de ATE y de “movimientos sociales” cooptados y enrolados en el albertismo.

Después de las Paso, Escudero se integró a la lista municipal que encabeza el exjuez Luis Arias, otrora denunciante de Bruera, Scioli y el gobierno nacional, responsables políticos de la mayor inundación de la ciudad de su historia. En el 2013 y hasta su integración al peronismo, Arias hablaba de impunidad y de los negociados inmobiliarios que agravaron los costos de la tragedia en víctimas fatales y pérdidas materiales enormes en las barriadas. Pero Arias se sumó a la campaña de silencio e impunidad para el bruerismo. No sólo el PJ es un aguantadero, también la lista kirchnerista, pejotista y bruerista del Frente de Todos platense, que lleva como candidato a primer diputado provincial a Ariel Archanco de La Cámpora.

La desesperación por un voto que no levanta vuelo no se detiene en sutilezas. El gobernador Kicillof cobijó en el acto de Plaza Malvinas a Mariano Bruera -hermano del exintendente-, quien estuvo detenido por una denuncia relacionada con terrenos del plan Procrear y loteos fraudulentos en la periferia de la ciudad capital. Según los propios medios kirchneristas, la vuelta de Buera al ruedo cerraría la grieta interna, cuando en realidad reaviva la disputa carroñera por los despojos de un peronismo desmoralizado y en derrumbe. Si se repite o ahonda la catástrofe electoral del peronismo platense, este la recordará como el peor resultado de los últimos treinta años.

Juntos está lanzado de lleno a negociar el pago de la tasa de capitalidad para la ciudad como parte de una serie de exigencias y chantajes al gobierno provincial para votar el Presupuesto 2022, y para sostener el Código de Ordenamiento Urbano (COU). Esta legislación municipal, al servicio de los grandes grupos inmobiliarios, tiene como autor, justamente, al ex intendente Bruera y requiere de un Código represivo como el de Julio Garro contra las demandas y protestas populares.

Por fuera del Frente de Todos y de Juntos, la segunda candidata a diputada nacional por la fuerza de José Luis Espert es el monumento a la casta política: despedida del PRO y de la lista de Garro por piantavotos, Carolina Píparo recaló de apuro en otro aguantadero, en este caso el que regentea el libertario. Espert acaba de ser anoticiado por sus candidatos a concejales de Morón que estos llaman a votar a Juntos en el municipio. Como Florencio Randazzo, su fuerza política se deshace al compás del carrerismo burgués que lo dejó, a su pesar, afuera de la interna provincial de Juntos.

El Frente de Izquierda Unidad y el Partido Obrero crecen en votos y organización en los barrios de la ciudad de La Plata. Esta campaña militante, por una ciudad de los trabajadores y no de los especuladores, va acortando distancias para que el FIT-U ingrese por primera vez una bancada de concejales obrera y socialista. Vamos por más fiscales para defender la votación masiva al Frente de Izquierda Unidad.