Políticas
17/3/2025
Pablo Grillo y Carlos Fuentealba: los fusiladores vuelven a la escena del crimen y la impunidad
Paro activo nacional ya y plan de lucha.

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Carlos Fuentealba y Pablo Grillo.
La comparación entre Pablo Grillo y Carlos Fuentealba es inevitable. No sólo porque un granada metálica de gas lacrimógeno impactó en la cabeza de un trabajador, sino por todo el operativo represivo del miércoles 12 de marzo por parte del gobierno de Milei y Bullrich, como de aquel 4 de abril. En el año 2007, el ahora exgobernador Jorge Sobisch anunció (y comandó) una emboscada criminal contra los trabajadores de la educación.
Desde entonces las armas lanza gases fueron prohibidas por considerarlas armas que pueden causar la muerte. Esta prohibición fue anulada después a partir del protocolo antipiquetes.
Cuando fusilaron a Carlos Fuentealba gobernaba el peronismo, con Néstor Kirchner como presidente y su ministro Aníbal Fernández respaldó a Sobisch ofreciéndole incluso a Gendarmería para reprimir. Y la Ctera, como ahora, no llamó al paro nacional hasta que una movilización multitudinaria, exclamando “Fuera Sobisch”, descolocó a Ctera y llamó a parar.
La CGT y la CTA también hicieron mutis por el foro (como ahora) y solo resolvieron convocar a un paro nacional cuando se confirmó el fallecimiento de Carlos. Porque “el límite es la muerte”, pregonaban.
Los cacerolazos de la noche del 13 de marzo volvieron a resonar y el “que se vayan todos” y
“Fuera Bullrich, fuera Milei” marcan un planteo de fondo. Y, como en 2007, se ha formado un arco político de la defensa de la gobernabilidad de un gobierno asesino. Todos ellos vuelven a la escena del crimen y la impunidad.
Sobisch en el 2007 como Milei ahora, son gobiernos que han sufrido duros golpes políticos, que cuentan con sostén de una oposición partidaria patronal y sindical, cómplice de sus fechorías, porque todas avalan el rumbo antiobrero de su gobierno.
Fue correctisima la decisión de las seccionales opositoras de Aten de convocar a un paro el 13 de marzo, que coincidía con una jornada nacional de lucha de Ctera, que en su comunicado afirmaba que “incluirán movilizaciones, actos, radios abiertas y otras acciones en todo el país”. Es decir, la acción de parar estuvo completamente a la altura de la represión y sus víctimas.
Pero la dirección provincial de Aten (TEP-Celeste), puso todo su esfuerzo en atacar el paro convocado por las opositoras con el insólito argumento que “no hay razones para convocar a un paro” y en ensañarse de manera macartista contra la izquierda, al son de Bullrich, Adorni y su volante apócrifo contra el Frente de Izquierda.
Un nuevo capítulo en la situación política se ha abierto en el país y lo que exige la hora es un paro nacional y un plan de lucha ahora. Para derrotar la reforma laboral y previsional que el gobierno defiende a sangre y fuego. Y este miércoles 19 hay que volver a estar con los jubilados.
Hoy Pablo Grillo lucha por su vida. Luchemos para que se vaya Bullrich, la ministra asesina.

