Políticas

15/7/2021

COMEDORES POPULARES

Pablo Javkin miente sobre el Banco de Alimentos

Las trabajadoras de los comedores del Polo Obrero desmienten al intendente de Rosario.

En el día de ayer, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, se refirió en los medios de comunicación a la “gran labor” que está desarrollando el municipio junto al Banco de Alimentos, “reforzando el abastecimiento” a la demanda creciente de comida en los comedores populares de la ciudad.

Es verdad que, como resultado de salarios que no alcanzan el coste de la canasta básica y de la crisis social que atraviesan los trabajadores desocupados de la ciudad y la provincia -una cifra que alcanza los dos dígitos-, son cada vez más las personas que asisten a los comedores. Esto lo sabemos bien quienes todos los días “paramos la olla”.

Pero en sus declaraciones, el intendente Javkin se autofelicita por el convenio arribado con el Banco de Alimentos, ya que gracias al mismo se “estaría asistiendo adecuadamente esta demanda”, debiendo corregirse el “detalle” de la calidad de los alimentos. La afirmación causó gran indignación entre nuestras compañeras, las responsables de los comedores del Polo Obrero, trabajadoras que son esenciales y precarizadas por el Estado.

La realidad es que durante gran parte de la pandemia el Banco de Alimentos cerró, un tema que fue denunciado oportunamente por las trabajadoras en las movilizaciones que el Polo Obrero tuvo que realizar en Rosario, debido a que se cortó el suministro en medio de la pandemia y cuando regía la cuarentena, donde miles y miles quedaron desocupados.

No solo esto. Como denuncian las responsables de los comedores de Nuevo Alberdi y Parque Casas en videos que se viralizaron en los barrios, a partir de la reapertura están llegando alimentos podridos.

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=588023969270174&id=102006661205243

La realidad del Banco de Alimentos

Javkin presenta la política de “recupero de alimentos” del Banco de Alimentos como algo positivo, pero lo cierto que esto no es otra cosa que la entrega de comida a punto de vencerse. Con los retrasos administrativos propios del Estado, en muchos casos esto significa que cuando llegan a los barrios, el “a punto” es ya directamente mercadería vencida o descompuesta.

En esto consiste el Banco de Alimentos. Un conglomerado de multinacionales alimenticias que acuerdan con el gobierno entregar productos en fecha de vencimiento, que en lugar de tirarla es “donada a los pobres”. Entre los trámites burocráticos, administrativos y lo que se tarda en repartir, los “frescos” llegan viejos.

El Polo Obrero organiza 20 comedores y 25 merenderos en las barriadas de Rosario, Villa Constitución y las ciudades del cordón industrial de San Lorenzo. Estamos peleando la mercadería para abrir comedores y copas de leche en la ciudad de Santa Fe, para lo cual nuevamente tuvimos que movilizar. Por semana, en los lugares ya establecidos, distribuimos 3.000 raciones de comida y 3.000 meriendas a pibes y familias de las barriadas más empobrecidas.

Para poder comprar carne hemos arrancado compromisos con el gobierno provincial, que también es insuficiente frente a la inflación imparable de alimentos. También contamos con donaciones de comerciantes solidarios, que ven cómo se empobrecen los barrios donde tienen sus pequeños negocios. Esto es mes a mes y siempre con lucha para arrancarle a los gobiernos lo que necesitamos para sostener nuestra actividad social.

Nuestras compañeras sostienen todo esta estructura cobrando un poco más de $12.000 por mes, ni la mitad de la canasta de indigencia, totalmente precarizadas por el Estado que no les reconoce ni la obra social. En nuestra ciudad crece la desocupación, el hambre y la miseria día a día. También la conciencia y la lucha de las y los desocupados sobre las mentiras de quienes nos vienen gobernando las últimas décadas.