Los medios que siguen la realidad política bonaerense presentaron las sesiones simultáneas de Diputados y el Senado del 24 de mayo como un “supermartes legislativo”, un título que queda grande si tenemos en cuenta que ambas sesiones duraron pocos minutos y prácticamente no tuvieron intervenciones.

El tema central fue la designación de funcionarios en el Tribunal de Cuentas, la Defensoría del Pueblo y el Banco Provincia. Para ello el gobierno provincial arribó a un acuerdo particular con la UCR y el PRO, lo que ahondó las fisuras en Juntos por el Cambio y derivó en la renuncia de su vicepresidente segundo del Senado, Joaquín De La Torre.

De esta forma Kicillof logró colocar a un hombre de su riñón, Federico Thea, al frente del Tribunal de Cuentas de la Provincia -un cargo vitalicio-, y de esa forma el actual oficialismo controlará el organismo que audita las cuentas del Estado provincial y los municipios. Por su parte la UCR y el PRO colocaron a los suyos en estos organismos, y negociaron una modificación en la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas estipulando que pueda funcionar sin la presencia del presidente (con quórum de los vocales) y que los nombramientos tengan el acuerdo del cuerpo.

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La crisis de Juntos

Las negociaciones de los bloques mayoritarios por estos temas se extendieron durante varias semanas, y finalmente generaron una nueva grieta dentro de Juntos. Tal es así que el senador de esa coalición por el partido “Peronismo Republicano”, Joaquín De La Torre, renunció a su cargo de vicepresidente segundo de la Cámara Alta y cruzó a la UCR y el PRO por “entregarle al kirchnerismo el Tribunal de Cuentas de forma vitalicia”. El senador De Leo, de la Coalición Cívica, también votó en contra de los nombramientos.

Este choque interno se suma a lo sucedido con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti del PRO, quien renunció a la conducción de la mesa provincial de Juntos luego de ser desautorizado por Macri en sus negociaciones con el oficialismo por temas como las jubilaciones de trabajadores del Banco Provincia. En la Legislatura bonaerense Juntos actúa como garante de la “gobernabilidad” arribando a acuerdos con el Frente de Todos, línea que rechaza el sector de Bullrich y Macri, más cercano a acordar con Milei que a establecer un pacto de gobierno con el peronismo como postula Larreta.

Estas divisiones por el liderazgo opositor hacia 2023 y las características que debe tener un recambio al gobierno se inscriben en una crisis política general, que se expresa también dentro del Frente de Todos se pasan la factura de la crisis social y económica.

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Por una salida de los trabajadores

De pasada, aprovechando que la atención mediática estaba enfocada en otro lado la Cámara de Diputados aprobó un régimen especial de beneficios jubilatorios para oficiales y exoficiales que actuaron en Malvinas, un proyecto ampliamente rechazado por excombatientes y que tuvo la única oposición del Frente de Izquierda, denunciando la responsabilidad de la oficialidad en las desapariciones y torturas a los conscriptos en las propias islas, crímenes que en su mayoría siguen en la completa impunidad.

El “supermartes legislativo” pintó de cuerpo entero el funcionamiento de la Legislatura bonaerense: mucha “rosca” y reparto de cargos, pero nada de resolver la grave crisis social. Esto fue lo que denunció en su intervención el diputado del Partido Obrero en el FIT- U, Guillermo Kane, junto con Graciela Calderón de IS.

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