Palito: Kaput
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Quien era presentado como el símbolo de la victoria justicialista en todo el NOA, fue derrotado por el bussismo por un margen de más del 15%, y en algunos departamentos, como en la capital, esa diferencia fue más acentuada, llegando casi al 40%. El triunfo bussista conicidió con el derrumbe de la UCR, que de cerca de los 120.000 votos, el 3 de octubre, cayó a 40.000. Fue significativo que la UCR saliera tercera cómoda en las intendencias que preside. El bussismo también triunfó en forma aplastante en el departamento de Monteros, un bastión histórico de la Unidad Socialista, y en Lules, la cuna de Palito.
El crecimiento del bussismo se nutrió del voto radical, pero también de sectores que tradicionalmente votaban al PJ, como ocurrió en Tafí Viejo o en Aguilares, donde son mayores los índices de desocupación y de amenazas de cierre de fuentes laborales. El Frente Grande llegó casi al 4%, beneficiándose con la onda creciente del FG en Buenos Aires y la Capital, captando así el voto de un sector de clase media y sectores vinculados al cooperativismo. El Frente Grande se benefició, además, por la atomización del bloque centroizquierdista (Alianza Tucumana para el cambio) que había agrupado el 3 de octubre a la US, a la DC, al PI, al PTP,y al MID.
La lectura que algunos comentaristas ya están haciendo de que Tucumán gira a la derecha, es completamente impresionista. En la votación del bussismo se canalizó la desesperación de amplios sectores de las masas, en condiciones de enorme agravamiento de la crisis política y social, como se manifiesta en la crisis irresuelta de 5 ingenios y de una serie de fábricas que el gobierno intentó tener resuelta antes de las elecciones, y no lo consiguió, como es el caso de Papel, los talleres ferroviarios de Tafí, la situación de algunas textiles. La proscripción de las fuerzas que integraron el FIS en otros distritos no permitió intentar canalizar políticamente a una franja de los explotados en esta lucha electoral.
La perspectiva que se abre a partir del 10 de abril es de profundización de la crisis política provincial. Se ha sepultado la candidatura a la vicepresidencia de Ortega y con ello queda abierto el interrogante de si el tesoro nacional seguirá subsidiando al gobierno, con cuyos fondos, Palito hizo una fenomenal campaña asistencialista, y en general, para atender a cualquier situación conflictiva que tendiera a desbordar.