Políticas

30/5/2003|756

Pami ajusta a los viejos

Los sanatorios y clínicas privadas, después de más de nueve meses de interrupción de la atención a los viejos de Pami por falta de pago, han llegado a un acuerdo con la obra social. El Pami reducirá el pago mensual por afiliado (cápita) de 24 a 19 pesos, se establece un cronograma de pago de la deuda y se modifica el contrato con los prestadores en el sentido de reducir las prestaciones obligatorias (cantidad y calidad de atención).


Invocando el “estado de emergencia sanitaria nacional” y el establecimiento de un nuevo Plan Médico Obligatorio de Emergencia (PMOE) por el Ministerio de Salud, el Pami ajusta su presupuesto, ya varias veces achicado, “ahorrando” en prestación de salud.


Especialidades como vías respiratorias, gastroenterología, piel, oftalmología, infectología, ya no son obligatorias para el prestador y sólo se atenderán casos elegidos según urgencia, edad y riesgo (una serie de parámetros imprecisos que permitirán la manipulación por parte de las empresas prestadoras). Se suprime el límite de 30 días para la demora en las cirugías que no sean de urgencia; operaciones cardíacas, neurológicas, pulmonares, pueden demorar 45, 90 ó más días, según una escala igualmente arbitraria. No queda claro quién proveerá las prótesis quirúrgicas. Con el nuevo acuerdo se institucionaliza como la atención “normal” de los jubilados la suspensión de prestaciones de salud, la atención “programada”, la rebaja en la provisión de medicamentos, anteojos, vacunaciones, etc.


Como los prestadores son subcontratados por gerenciadoras intermediarias (UGP), la nueva ecuación entre el valor de la cápita y la calidad de las prestaciones ha sido calculada para mantener el beneficio de las gerenciadoras. O sea, que la que paga los platos rotos es la salud de los jubilados.


El año pasado, como diputado del justicialismo, el actual interventor Corchuelo Blasco aseguraba que el Pami no podía funcionar con menos de 200 millones de pesos por mes (Clarín, 19/5). Esta semana dijo que la obra social “está recaudando 150 millones” pero con “mayores costos de medicamentos y servicios”. Esta claro quién paga la diferencia.


Los gremios de Pami están paralizados ante esta catástrofe, en la medida en que se han vinculado a los distintos gobiernos e intervenciones, en distintas proporciones y oportunidades. Los trabajadores y jubilados tienen que tomar en sus manos la movilización.


El Partido Obrero plantea:


• Fuera la intervención, gobierno de Pami por los jubilados.


• Restitución del presupuesto y todas las prestaciones, eliminación de las gerenciadoras, revisión de los fondos y los contratos por trabajadores y jubilados.


• Ruptura de los acuerdos con el Banco Mundial.