El texto del PTS de respuesta al PO, buscando justificar su postura de apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, su adaptación creciente al nacionalismo burgués y su decisión de ir a las Paso -a los que el Partido Obrero opone el congreso del FIT-U- cruza los límites de clase.

Primero. Con ángulos sacados del arcón del sistema judicial burgués, señala que de las 1.600 páginas del fallo condenatorio no hay prueba de vínculo directo, cosa que remarca (di-rec-to) y personal de Cristina con la corruptela de su gobierno.

Segundo. Emparenta a la vicepresidenta con los Mártires de Chicago y los anarquistas Sacco y Vanzetti, una y otros, dice, víctimas de la arbitrariedad judicial en la que, por medio de meros indicios “jueces que pertenecen a otra camarilla capitalista distinta condenan a una vicepresidenta” (La Izquierda Diario, 13/5).

En el primero de los casos, el PTS exculpa a CFK de los bolsos con millones de dólares de su secretario de Obras Públicas de la Nación, y antes de Néstor Kirchner, y de los negociados multimillonarios con la obra pública junto a la patria contratista nacional. Los argumentos de “yo no estuve presente” son también los esgrimidos por el burócrata ferroviario José Pedraza, destacado públicamente por Cristina como ejemplo del sindicalismo que construye, en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, perpetrado por sus patotas, o los repetidos por Aníbal Fernández, entonces ministro del Interior y responsable de la zona liberada para que actuaran los asesinos de Mariano.

En el segundo, directamente se abandona el campo de clase de la lucha de los trabajadores, colocando en un pie de igualdad a la principal cabeza del Estado capitalista opresor (expresidenta y actual vicepresidenta) con los mártires de la clase obrera y con las y los trabajadores perseguidos y judicializados por enfrentar al capital, miles de ellos por los gobiernos del kirchnerismo. Si mediante meros “indicios” jueces que pertenecen a otra camarilla capitalista distinta condenan a una vicepresidenta, dice el PTS, no se puede luchar consecuentemente por las libertades democráticas y la absolución de los compañeros perseguidos sin una campaña sistemática contra la reaccionaria casta judicial. Y compara la situación de CFK con “los mártires de Chicago, Sacco y Vanzetti y cientos de luchadores obreros en todo el planeta fueron condenados a muerte por jueces sin pruebas, solo por presunciones e indicios”. Además de una ofensa a la clase obrera, es la exculpación de toda la clase capitalista norteamericana y de sus poderes, como si el poder ejecutivo y el parlamento yanquis fueran ajenos a la persecución de la clase obrera norteamericana.

Habrá que recordarle al PTS que los mártires de Chicago fueron enjuiciados con pruebas truchas porque el 1° de mayo de 1886, casi 340 mil trabajadores confluyeron en la protesta por la reducción de la jornada laboral. Unos 190 mil se declararon en huelga, mientras otros 150 mil participaron de las acciones: 45 mil se movilizaron en Nueva York, 32 mil en Cincinnati y 4.700 en Boston. Pero en Chicago fueron 90 mil los que salieron a las calles y paralizaron a la industria y al transporte.

¡La huelga que dio origen a la jornada internacional de lucha de los trabajadores, amenazaba con extenderse y profundizarse en todo Estados Unidos! El fantasma que recorría el mundo azotaba al capitalismo norteamericano, y había que hacerlo retroceder a como dé lugar. Ocho anarquistas, socialistas y sindicalistas fueron llevados a juicio, cuatro de ellos fueron ahorcados, un quinto –también condenado a la horca- se suicidó, y el resto sufrió largas penas de cárcel.

¿Qué tiene que ver esto, PTS, con CFK? Nada. Sin embargo, en el reciente acto del 1 de Mayo del FIT-U, Myriam Bregman planteó como un eje enfrentar la supuesta persecución contra la vicepresidenta.

Coincidentemente con esta lavada de cara a la jefa del kirchnerismo, el PTS ataca al frente único de los trabajadores desocupados de la Unidad Piquetera y del Polo Obrero, acusándolos de estar adaptados al gobierno y de “un manejo arbitrario de los planes” dándole de comer a la ministra del FMI Tolosa Paz y a “la casta de gobernadores y jueces macristas”. Es un ataque gorila a un movimiento de lucha que es vanguardia indiscutida en la lucha contra el ajuste fondomonetarista del gobierno de CFK, completamente independiente del Estado, de los gobernadores macristas y de la justicia, de los que despiden a cien mil compañeras y compañeros, los procesan y los encarcelan.