“Para Kirchner el Alca es una opción estratégica”
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Alca “light”. Alca “a la carta”. Alca “más limitado”. Los diarios argentinos ya no saben cómo disimular la carrera frenética del kirchnerismo, el lulismo, el chavismo y las demás burguesías nacionales hacia el Alca. Porque el Alca “light” no es más que la única alternativa efectiva para imponer el Alca.
Lula y Kirchner plantearon llegar a un “acuerdo marco” y dejar las diferentes alternativas a tratados bilaterales con EE.UU. “La propuesta Mercosur-Estados Unidos es el Alca ‘posible’ para el 2005. El documento da libertad para que cada país establezca, dentro del Alca, acuerdos bilaterales”. (Clarín, 18/11).
Con este procedimiento, tanto Kirchner como Lula abandonaron la pretensión de liderar una posición común del conjunto de las burguesías latinoamericanas o del Mercosur. También abandonaron el pre-requisito de que EE.UU. eliminara los subsidios a la agricultura. Por último, dieron paso al reclamo – en especial de la Argentina – de “archivar” el Mercosur y buscar un entendimiento directo con EE.UU.
Esta convergencia hacia el Alca se apresuró en los últimos días porque EE.UU. comenzó a tejer acuerdos separados con varios países latinoamericanos, entre ellos Colombia y Perú. Consiguió, de este modo, que varios países abandonaran el Grupo de los 22, que Brasil lideró en la fracasada reunión de la OMC en Cancún. En Brasil, la gran burguesía hizo un fuerte reclamo al gobierno de negociar el Alca, ante lo cual “los miembros de izquierda moderada del gabinete de Lula tuvieron que advertir… que era hora de ser más flexibles o arriesgar el aislamiento. El ministro de Agricultura brasileño, Roberto Rodrigues, y el de Desarrollo, Luis Furlan, impulsaron el cambio. Ambos se quejaron de que el Ministerio de Relaciones Exteriores había saboteado los encuentros preparatorios para la reunión de Miami… Las quejas llevaron a Lula a exigir que la cancillería brasileña consulte cuidadosamente con Rodrigues y Furlan sobre las conversaciones de comercio. Lula dejó además en claro que la gente de Relaciones Exteriores debe dejar de poner trabas al Alca” (The Wall Street, 17/11).
En Argentina, por su parte, mientras el canciller Bielsa planteaba que “estamos mucho más cerca de un Alca realista y posible”, el Centro de Estudios Internacionales de la Cancillería planteó que el Alca es “un mar de oportunidades”, e incluso que “el mejor escenario posible para la Argentina es el Alca” (Página/12, 15/11). La conclusión de Página/12 es que “aunque por pruritos políticos ningún funcionario lo exprese en estos términos, el Alca es para el gobierno de Néstor Kirchner una opción estratégica” (destacado nuestro).
Con esto, Kirchner abraza plenamente la posición de la gran burguesía argentina. Tras la postura de Techint a favor de un tratado de libre comercio con EE.UU. (como lo destacamos en el número anterior de Prensa Obrera), “la Unión Industrial reclamó reducir el Mercosur a una zona de libre comercio en vez de una Unión Aduanera, como parte de una estrategia destinada a que la Argentina tenga las manos libres para negociar acuerdos bilaterales con otros países, sin necesidad de consensuarlos con Brasil y los demás socios de la alianza regional” (Clarín, 14/11, descatado nuestro).
Mientras tanto, un vasto espectro de fuerzas que apoya a Kirchner lanzó un plebiscito contra el Alca sin denunciar el carácter estratégico que ese gobierno al que apoyan otorga al acuerdo.
Así planteado, el plebiscito es una cortina de humo.