El 7 de septiembre se realizó un encuentro convocado por las coordinadoras de extrabajadores del Correo, Segba, Agua y Energía y Gas del Estado en un contexto donde los proyectos de ley que plantean resarcir a los miles de compañeros despedidos y estafados por Menem con el Programa de Propiedad Participada (PPP), no han sido debatidos siquiera en las comisiones de la Cámara de Diputados.

Hace un par de meses se realizó una convocatoria de la Comisión de Trabajo invitando a exponer a los afectados. Fue una puesta en escena sin destino, al sólo efecto de mostrar en campaña que el kirchnerismo aún tiene una agenda progre.

A ninguno de los encuentros fueron convocados los extrabajadores del correo que vienen realizando importantes jornadas de lucha en 30 localidades de 15 provincias ni los ex ypefianos que hace ocho años conquistaron una ley reparadora y hoy reclaman un resarcimiento jubilatorio para cobrar sus haberes en base al salario percibido al momento de ser despedidos.

La presencia de dos diputados kirchneristas reveló que el único propósito de la actividad era colocar a este movimiento genuino a la rastra del voto a Massa, presentando al Ministro del ajuste como garante, frente a Milei, de un reclamo que ya tiene tres décadas.

En lugar de explicar por qué no se han tratado los proyectos, se utilizaron las denuncias contra Milei para encubrir la responsabilidad de Unión por la Patria no sólo en el ninguneo histórico a los reclamos de los extrabajadores de empresas estatales sino en el propio ascenso de Milei.

Resultaba más fácil pegarle a Milei que defender la candidatura de Massa, quien como presidente de la Cámara nunca hizo lugar a los pedidos de tratamiento de los cuatro proyectos de Romina Del Plá, que vuelven a presentarse cada vez que pierden estado parlamentario.

No es nada que llame la atención, ya que en los ’90 Massa -como parte de la Ucede- y los Kirchner -como parte del menemismo- fueron defensores apasionados de las privatizaciones y de la estafa contra los trabajadores.

Es lo que explica que a pesar del discurso nacional y popular mantengan a rajatablas los negocios de las privatizadas y los proyectos que presentan sobre las PPP a diferencia de los presentados por el Partido Obrero, no establecen el monto a cobrar.

El peronismo, que gobernó 16 de los últimos 20 años y casi siempre con amplias mayorías en el Congreso nunca tuvo la voluntad de tratarlos salvo en 2015 y bajo la presión de una enorme lucha de los exypefianos que impulsaban un proyecto presentado por Nestor Pitrola, y así obtuvieron una ley reparadora.

Esa victoria alentó a los extrabajadores del Correo, de Gas del Estado y de Segba a continuar el camino de la movilización, lo que fue respaldado por varios proyectos resarcitorios del FIT-U.

La unificación del reclamo y una movilización que integrara a nuevos sectores en todo el país era la oportunidad para imponer los derechos para los extrabajadores de empresas estatales. Sin embargo, la confianza en las falsas promesas de los diputados del FMI y la aceptación de diluir la exigencia de un monto específico dejando en manos del Estado el cálculo final, lleva a la parálisis y división de esta lucha.

La pérdida de independencia política debilita a este movimiento genuino y lo aleja de la obtención de sus justas demandas. El camino es la movilización unitaria e independiente.

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