Con la escandalosa renegociación del contra­to con Aguas de Salta, Romero abrió la canilla de los tarifazos: los salteños sufrirán en las bo­letas del agua un aumento del 32%. A este au­mento hay que agregar otro del 20%, en el 2002, después de la devaluación.

Se ha lanzado, además, la instalación de medidores de agua, lo cual perjudica a las fa­milias más pobres y a las más numerosas.

Esta renegociación ha generado una enor­me movilización. La empresa ha salido con una furiosa campaña publicitaria, principalmente en el diario oficialista El Tribuno, para justificar la instalación de los medidores, pero no dice que el nuevo convenio la exime de hacer las obras comprometidas al inicio de la privatiza­ción, y de las multas anteriores.

La canilla del tarifazo chorrea por otros la­dos. Se acaba de firmar un acta entre el go­bierno y Edesa, que habilita a esta última a au­mentar las tarifas a partir del mes de septiem­bre, un 12% más.

Se habla de la renegociación de la conce­sión del peaje en el acceso a Salta, el más ca­ro del país por la relación tarifa-distancia cu­bierta.

Esto no termina aquí. La Intendencia romerista de la ciudad capital acaba de prorrogar el contrato a la empresa Aerotécnica Fueguina, acordando además el aumento por la recolec­ción de residuos que ésta realiza, de 700.000 (setecientos mil) a 1.100.000 (un millón cien mil) pesos.

El saqueo de los ya castigadísimos bolsillos de los trabajadores muestra la incompatibilidad de la prestación de los servicios públicos con el negocio capitalista.

Este es el balance que están haciendo los trabajadores. Desde el Partido Obrero había­mos advertido que se venía el tarifazo gene­ralizado.

Vamos por:

• Derogación de los tarifazos.
• No a la instalación de los medidores de agua.
• Reestatización de las empresas bajo control de sus trabajadores y usuarios.