Políticas

11/4/1996|489

Paritarias por industria

¿Quién dijo que ‘la justicia es lenta’?


La Corte no necesitó esperar el canto del gallo para decirle sí al reclamo de Menem que exigía la aprobación del convenio Fiat-Smata, que fuera cuestionado judicialmente por la UOM.


Este convenio reduce en un 50% el salario de convenio de los metalúrgicos y del Smata; establece los contratos de aprendizaje, que rebajan aún más los salarios; dispone retribuciones por ‘productividad’, que la empresa determina; otorga a uno de los pulpos más poderosos del mundo un subsidio del Estado argentino equivalente a la mitad del salario de los ‘aprendices’; establece la jornada de 12 horas y las vacaciones fragmentadas; desconoce las calificaciones y categorías laborales; autoriza una ‘cometa’ de 20.000 dólares mensuales, de parte de la patronal, en beneficio de la burocracia del Smata.


Para los capitalistas,  la vigencia de este convenio es una ‘cuestión de Estado’, porque sienta el modelo o norma que los explotadores quieren imponer al conjunto de la clase obrera e incluso a los empleados públicos. Un convenio firmado, recientemente, con el Banco Mundial, establece el mismo nivel de reducción salarial y de ‘flexibilidad’ laboral para los trabajadores de las administraciones provinciales.


En las empresas de transporte las patronales quieren hacer lo mismo con los choferes.


Porque es una ‘cuestión de Estado’ para los capitalistas, la Corte se apresuró a aprobarlo.


¿Significa esto que se ‘agotaron los recursos’ para lograr la derogación de ese convenio? Responder que sí significaría admitir la fatalidad de la superexplotación, de las reducciones de salarios y de la miseria creciente.


La vigencia del convenio Fiat significará en un plazo muy corto la revisión de los salarios que se están pagando en otras metalúrgicas y automotrices, donde aún rigen las escalas de convenio. Significará que habrá que aceptar el salario de ‘aprendiz’ o ser sustituido (despido) por otro trabajador que acepte esa condición. Significará jornadas agotadoras cuando ‘haya producción’ y la reducción de la jornada y del salario, o el despido, en los frecuentes períodos de crisis, ni qué decir del ‘premio a la productividad’.


¿Qué va a hacer ahora la UOM ante el fracaso de su recurso judicial?


Algunos dicen que va a apelar a la Organización Internacional del Trabajo.


Pero el secretariado de la UOM ni siquiera disputa legalmente las condiciones de superexplotación del convenio, sino su jurisdicción gremial.


En las diferentes empresas del gremio acepta los reclamos de ‘flexibilización’ de las patronales, tanto salariales como laborales, con el pretexto de la ‘crisis’. ¡Pero gran parte de la ‘crisis’ se debe a la caída del consumo que provoca la reducción de los salarios (y el pago de la deuda externa y la especulación capitalista)!


Existe una salida, pero el secretariado de la UOM no la busca , es impotente para encontrarla o no tiene interés en ella.


Esa salida pasa por convocar al conjunto del gremio a una lucha por todo lo contrario de lo que el convenio Fiat impone: por un aumento de salario;  por la jornada de 8 horas; por una capacitación laboral a cargo de las empresas, en horario de trabajo y con el salario corriente; por categorías conformes a las calificaciones laborales.


Para esto necesitamos la convocatoria de PARITARIAS POR INDUSTRIA Y UN CONVENIO COLECTIVO para toda la industria.


Con esta bandera se podría movilizar a los compañeros de las automotrices y desenmascarar el significado del convenio que firmó la burocracia del Smata.


Sólo la vigencia de un convenio único puede enfrentar las presiones de las patronales para imponernos las condiciones establecidas en las empresas que peor pagan y que más explotan.


Contra la puja y la competencia entre los obreros que promueven las patronales, cuya finalidad es acrecentar sin límite la explotación, opongamos paritarias y convenio único por industria para establecer un aumento salarial y el cese de la ‘flexibilización’ laboral.


Convirtamos a estas reivindicaciones en reclamo común de todo el movimiento obrero.


Fuera el convenio Fiat-Smata, por convenios únicos por industria.


Por un plan de lucha de la UOM.


Por un plan de lucha de la CGT, MTA y CTA.


Congresos de delegados con mandatos de asamblea.