Parlamentarismo retrógrado
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El PTS, en Neuquén parió un proyecto lamentable, totalmente ausente del programa del Frente de Izquierda: el retiro de subsidios a las escuelas privadas. Nuestro partido, en la provincia, rechazó el proyecto porque era una reafirmación de la educación privada, con el agravante que la quita de subsidios será cubierta por un aumento de las cuotas de los colegios, o sea, con una mayor confiscación de los salarios. No es otra cosa que lo que está haciendo Macri en la Ciudad de Buenos Aires. Pero ni éste ni Sapag usarán los fondos quitados a la educación privada para financiar la pública, sino para subsidiar a los capitalistas. Por ello, en una reunión mantenida con la dirección de Aten advertimos que debía anularse la matriz del problema, la ley de educación privada (tenemos entendido que Izquierda Socialista planteó sus observaciones en el mismo sentido). Lamentablemente el Partido Obrero volvió a acceder al chantaje participando (IS también estuvo presente) de la conferencia de prensa en donde conocimos la letra final del proyecto.
Del trabajo revolucionario en el parlamento hemos pasado a un parlamentarismo retrógrado. Es necesario insistir que nuestro único planteo es la educación estatal, laica y gratuita, bajo la gestión de trabajadores y docentes.
Otro tanto ocurrió con el planteo de la reducción de las jubilaciones de los jueces, una consigna que no motiva a ningún trabajador, como si el socialismo se alcanzara por la reducción de ingresos de burócratas y burgueses. En este caso, absolutamente inconsulto en el Frente de Izquierda y en “la clase obrera real”. Se ha hecho una farsa del planteo del Frente de que el salario de un parlamentario no supere al de un docente; transformaron una consigna de denuncia y de indicación de nuestro método de gobierno de trabajadores, en una farsa de proyecto legislativo.
Ahora, en la última sesión del año Raúl Godoy se negó a rechazar en la Legislatura un convenio colectivo negrero firmado entre la burocracia de ATE y el gobierno para los auxiliares de servicio. Antes de esto, el PTS lo había defendido en una asamblea de Aten, la que después de una deliberación decidió rechazar ese convenio.