Políticas

7/7/2007|895

Parmalat: Contra el vaciamiento: Asamblea de Carapachay y Pilar


Luego de cuatro meses de paralización casi total de la producción, el Consejo Nacional de Atilra, con su secretario general, Héctor Ponce, a la cabeza, acudió a la planta del parque industrial de Pilar para informar a los trabajadores que la situación de la empresa era crítica, porque “parece que este hombre (Taselli) no está interesado en trabajar”.


 


El señor “Perogrullo” olvidó, sin embargo, que Atilra avaló el plan de Taselli -con convenio de crisis incluido- caracterizándolo como “el menos dañoso para los trabajadores” y una vía para salvar Parmalat. Fue en función de este principio de acuerdo (y por qué no de algo más material que los principios) que Ponce y Vilches, de la seccional Capital, dedicaron todo el esfuerzo del aparato sindical a quebrar la lucha de los trabajadores, incluso con la agresión física contra los delegados.


 


Bien: ahora que Ponce cayó en la cuenta de las verdaderas intenciones del vaciador del Turbio, ¿puede esperarse una resistencia de la dirección sindical contra el plan de reestructuración?


 


Para nada.


 


Ponce reconoció frente a la base de Pilar que el guadañazo afectará a todos y no sólo a logística (planta Carapachay).


 


Ciertamente, la continuidad operativa de Carapachay vuelve a estar en peligro inminente por la decisión de trasladar la administración; y sin administración no hay ventas. Tampoco queda mucho del departamento de ventas (fue desmantelado), ni flota de distribución, ni plan productivo. El problema es uno solo: efectivamente -al decir de Ponce- “este hombre no quiere trabajar”. De los anunciados 500 mil litros para abril sólo ingresaron 110 mil. La Serenísima, en cambio, está importando leche de Uruguay.


 


La mayor parte del insumo se sigue destinando no a las líneas sino al secado, un proceso que requiere muy poca mano de obra y deja márgenes enormes. Taselli quiere sólo el negocio de la leche en polvo. Recientemente, salió un embarque de más de 2.000 bolsas, que no fue facturado por Carapachay. La empresa adujo que era un trabajo para “terceros”, pero se trata en realidad de contratos de exportación triangulando la operatoria.


 


Es urgente una asamblea común de Carapachay y Pilar para votar las acciones de lucha que garanticen la continuidad de Parmalat y de todos los puestos y condiciones de trabajo. Movilizarnos al juzgado para denunciar las maniobras vaciadoras de Taselli y reclamar que se lo separe de la dirección de la empresa, que se expropien las plantas y se las ceda a los obreros y empleados para su gestión.