Políticas

21/3/2002|746

Paso atrás en el Norte de Salta

Se han levantado todos los cortes en el Norte de Salta, luego de una de las luchas más prolongadas y extendidas que haya librado el movimiento piquetero de esa zona. La ocupación de la ruta nacional N° 34, que llegó a sumar 12 cortes, desde Orán a General Mosconi, ha terminado en una derrota. El acta firmada por la UTD de General Mosconi y las Comisiones de Desocupados de Aguaray, establece el levantamiento definitivo de los cortes a cambio de la terminación del Hospital y el canal de desagues en la primera localidad y la ejecución de algunas pequeñas obras en la segunda. Fuera de esto, el gobierno ofrece una integración de los desocupados a los consejos consultivos y se compromete a gestionar ante los pulpos petroleros contratos para las Pymes de la zona, un reclamo enarbolado por la UTD.


El acta fue firmada el 5 y hecha conocer el 6. En las horas siguientes, con las espaldas cubiertas por este acuerdo, el gobierno se lanzó a barrer violentamente el resto de focos de lucha en el Norte de Salta. El 7 de marzo, un grupo de Gendarmería bajo las órdenes del comandante Pedro Zucco, junto a un batallón de la policía de la provincia, reprimió y desalojó el corte de ruta de Cuña Muerta, en Tartagal, organizado por la Coordinadora de Trabajadores y Desocupados. En la madrugada del 9 ocurrió lo mismo con el corte en Embarcación, organizado por el Frente de Unidad Barrial. Ambas organizaciones, integrantes de la Coordinadora de Piqueteros del Norte de Salta, no fueron parte del acuerdo con el gobierno. La represión sobre Embarcación fue un anticipo de los planes del gobierno nacional respecto del movimiento piquetero independiente, con allanamientos a los locales del Fubde y el PO, operativos “rastrillo” en los barrios y un total de 31 detenidos, liberados luego de una vigorosa movilización popular.


 


Las petroleras


El 26 de febrero, un conjunto de organizaciones de desocupados, encabezadas por la UTD de Mosconi (con la excepción de la CTD de Tartagal y el FUB de Embarcación) firman una tregua de una semana en los cortes sin que el gobierno hubiera satisfecho un solo reclamo de los trabajadores. Por este primer acuerdo, los intendentes se comprometen a concretar un “paro” pidiendo el reinicio de las obras dependientes de las petroleras, paralizadas por éstas a partir de la crisis con el gobierno nacional por el tema de las retenciones (el paro fue una ficción de conjunto y en las propias empresas petroleras, en las que trabajó todo el mundo normalmente). En la misma línea y días antes, el intendente de Tartagal (PJ, de Romero) había encabezado una marcha hasta la empresa Pluspetrol para exigir el reinicio de las obras y contratos para las pequeñas y medianas empresas locales (la marcha contó con el apoyo de la UTD Mosconi que, por otra parte, subordinó el reclamo de los desocupados a los de las Pymes de la zona).


El gobernador Romero intervino activamente en el acuerdo que llevó al levantamiento de los cortes y anunció la presentación inminente de un proyecto de Ley de Hidrocarburos para concretar el manejo de la explotación petrolera por las provincias productoras, un proyecto a la medida de los pulpos (ver nota).


 


Consejos consultivos


La política del gobierno provincial tuvo otro componente en la integración a los “consejos consultivos” encargados de repartir los planes de empleo. Al momento de reprimir el corte en Cuña Muerta, “José Barraza, militante del Partido Obrero y líder de la protesta, pidió la inmediata presencia en el lugar del intendente de Tartagal, Marcelo Abraham… (este) afirmó que ‘es muy poco lo que puedo hacer si Barraza no viaja a Salta junto al Foro de Diálogo’” (El Tribuno, 8/3). Al momento de escribir estas líneas la CTD de Tartagal prepara una movilización sobre la Intendencia para reclamar la entrega de los planes de empleo a todos los empadronados y exigir la publicación del padrón oficial de beneficiarios.


La UTD, junto a otras organizaciones menores, ha sido responsable de la ruptura del frente de lucha piquetero en el Norte de Salta, pues firmó un acuerdo con el gobierno sin consultar a las restantes organizaciones en lucha. Esta conducta dejó solos en la lucha a Embarcación y Tartagal, y creó las condiciones para la represión.