Diputados de Patria Grande presentaron, con el apoyo de referentes del kirchnerismo, un proyecto para la creación de un “salario universal”. Esto no es un hecho novedoso, sino que ya venía siendo anunciado. Distintos referentes del espacio, como Claudio Lozano (al que se refirió como “Ingreso Universal”) o Juan Grabois, insistieron en más de una ocasión con esta medida. El proyecto contempla el pago de $13.000, y tiene la condición de ser a cambio de prestaciones en la función pública. Vale decir, la formalización de los salarios de miseria y el régimen de precarización laboral que impera sobre el mercado de trabajo en el país.

Solamente por poner en comparativa, hoy la Canasta Básica Alimentaria ronda los $40.000, a una semana de conocerse la actualización del Indec con respecto a abril. Vale decir que este “salario universal” no representa siquiera una tercera parte de la línea de indigencia. Sí llega a ser un miserable tercio del salario mínimo, cercano a los $39.000, que se derrumba por debajo de este umbral consolidando el récord histórico de trabajadores ocupados pobres en el país.

Estos $13.000 están calculados en el coste de la Canasta Básica Alimentaria para un solo adulto, cuando el propio proyecto fija que no puede haber dos beneficiarios en un mismo grupo familiar. A la vez se excluye a beneficiarios de las becas Progresar y la Tarjeta Alimentar, y a jubilados y pensionados.

Sería un reconocimiento a la precarización laboral y el trabajo basura, haciendo al Estado la envidia de las patronales. Hablamos de un “salario” equivalente a 13 kilos de carne al mes, o si se contempla el costo de los alquileres, está un tercio por debajo de los precios del mercado. Refleja que en la Argentina del Fondo este ala izquierda del Frente de Todos ni aspira a la posibilidad de ofrecer trabajo genuino con salarios dignos. La pretendida “preocupación” de la centroizquierda y sectores que responden a la vicepresidenta revela su rol como aparato de contención ante el creciente descontento popular. Amén de las internas en la coalición de gobierno, ni el kirchnerismo ni Patria Grande plantean un rumbo alternativo a tamaño pacto de ajuste, hambre y saqueo.

Nada hay de progresivo para los trabajadores en esta medida, que no es nueva ni de ahora, y tuvo en otras ocasiones el visto bueno inclusive hasta del propio FMI, el Banco Mundial y varios gigantes del capital financiero que comandan hoy el saqueo de la Argentina. Los trabajadores tenemos que ponernos en pie para luchar por trabajo genuino, por salarios que partan como mínimo del valor de la Canasta Básica Familiar y por el desarrollo y la industrialización del país. En este sentido convocamos a todos los trabajadores, tanto ocupados como desocupados, jubilados y estudiantes a sumarse a la masiva Marcha Federal que arrancó hoy y ganará las calles de todo el país por estos reclamos.