Para Patria Grande, Del Caño resultó la “auténtica sorpresa” de la elección, a partir de su planteo de “renovación de la izquierda, expresado fundamentalmente en la juventud de su candidato”. Algo contradictorio con una fuerza como el PTS, que “se jacta de ser la variante más ortodoxa del trotskismo”. Por lo que “queda por verse si Del Caño logrará consolidar las expectativas de renovación de sus votantes, sectores de la juventud nacida y criada en la ‘década ganada’.

Patria Grande ubica a Altamira y al PO como parte de una izquierda de sólido antikirchnerismo, a la cual por ello tildan de “liberal”, ligando nuestra política a la “tradición” del PS y el PC “siempre en la más férrea oposición al peronismo”, omitiendo que el PC está con el kirchnerismo y sin explicar que Lozano, con quien ellos se presentaron, es diputado por Binner, hasta hoy y hasta el 10 de diciembre.

En cambio, el PTS “muestra un matiz interesante… de dialogar con la base del kirchnerismo a lo largo de estos años”. Interpretó “el ambiente de renovación” que acabó con Othacehé y West y la “apelación al voto popular para dirimir las internas, un elemento relacionado al espíritu democrático e institucional que caracteriza al kirchnerismo”.

Además -el PTS-, “incorpora a su discurso la denuncia de la ‘casta política' haciendo contacto con las simpatías que genera el fenómeno Podemos en España”.

Para “los más memoriosos”, señala Patria Grande, “pareciera que algún reflejo han heredado de Nahuel Moreno, del cual hoy reniegan, en sus mejores características… como interpelar a los fenómenos populares en cada etapa histórica… el famoso ‘entrismo' en el peronismo y más adelante su momentáneo acercamiento a la revolución cubana y al guevarismo”.

“Llama la atención”, continúa PG, “que un electorado que reclama la unidad de la izquierda, haya premiado en la interna a un candidato que rechazó la ampliación del FIT, (cuando) el PO decidió promover la incorporación de grupos de izquierda de menores dimensiones… siempre y cuando no cuestionaran la propuesta programática del FIT…”.

El texto culmina en cierta confusión cuando termina planteando que “ambas corrientes, al calor de la interna, plantean salir de la testimonialidad”, “algo altamente contradictorio por fuera de un proceso de profunda crisis política y económica y alza de la lucha de clases, defendiendo la ortodoxia y el purismo ideológico. El triunfo de Del Caño es todavía menos promisorio en este sentido que el liderazgo de Altamira que conocimos en los últimos años”.

Patria Grande ha percibido cada rasgo democratizante y prokirchnerista de la campaña del PTS: los rescata, pero reclama un viraje más profundo hacia la colaboración de clases para salir de lo testimonial. Descartando el formidable trabajo preparatorio de tipo obrero y socialista de nuestra campaña, ante la “profunda crisis política y económica y alza de la lucha de clases” que no advierten y que está en el horizonte del agotamiento de esta nueva tentativa nacionalista. Patria Grande en La Plata votó a Del Caño en lo nacional y a su propia boleta local.