Políticas

14/9/1993|401

Patti encubridor

Menem y Duhalde enviaron a Patti como interventor en el Mercado Central con el prioritario objetivo de encubrir a las patotas de Pierri y el PJ bonaerense. El “hombre “tiene “experiencia” en eso de “salvar amigos” en apuros: precisamente fue enviado por Menem a Catamarca a juntar “pruebas” que salvaran al hijo del diputado Luque, por entonces encarcelado por el asesinato de María Soledad. Todavía no había puesto un pie en Catamarca y Patti ya estaba declarando que se trataba de un “crimen pasional”, para inculpar a Luis Tula y encubrir a Luque hijo …


Patti fue designado interventor en el Mercado Central en una reunión en la que participaron el principal acusado de formar las patotas, Pierri, y sus dos mentores políticos, Menem y Duhalde. Fue el propio Pierri el que reclamó la intervención del Mercado para hacer más impenetrable el muro de complicidades y encubrimientos oficiales.


El designado fue, naturalmente, un hombre de la camarilla de Duhalde y Pierri. Candidato a jefe de la policía provincial cuando Duhalde ganó la gobernación en 1991, Patti fue precandidato a diputado en las internas de la Ucedé de Buenos Aires en la lista de Albamonte, otro ex policía. Precisamente, Albamonte acaba de renunciar a la Ucedé para sumarse a las huestes de Pierri. La designación de Patti, un hombre de Albamonte-Pierri-Duhalde como interventor del Mercado Central, adelanta la impunidad de los agresores y patoteros y delata la autoría del gobierno en las agresiones.


Encubrir a los “muchachos” de Pierri no es, sin embargo, la única “misión” de Patti en el Mercado. El torturador llega con el declarado objetivo de preparar su “privatización”. En el Mercado Central se comercializan frutas y verduras por un valor diario de un millón de dólares, un “bocado de cardenal” para los pulpos distribuidores. La función de Patti es, precisamente, despedir trabajadores y liquidar sus condiciones de trabajo, para hacer todavía más rentable el remate del Mercado. La representación de Ate en el Mercado Central ya denunció, hace más de diez días, que “la amenaza de intervención y privatización es un remedio ‘peor que la enfermedad’ ” (Clarín, 12/9). No es ésta la primera vez que el menemismo intenta privatizarlo; el primer intento fracasó porque los pretendientes ofrecieron cifras irrisorias. En esta oportunidad, aprovechando la “urgencia” menemista por sacarse de encima este “hierro caliente”, los grandes distribuidores y acopiadores aprovecharán para alzarse con la “caja” del Mercado Central a un costo todavía más bajo.


¡Fuera el encubridor y privatizador Patti del Mercado Central! Por una comisión investigadora de las patotas y de las agresiones integrada por los damnificados, los propios trabajadores del Mercado Central y el gremio de prensa. Por su funcionamiento bajo el control de los trabajadores.