PCR, la ideología de un aparato
Seguir
El PCR ha publicado un artículo contra el PO de Tucumán, que en su anteúltimo párrafo dice: "Es verdad que nos equivocamos cuando firmamos el documento en el que el gobierno provincial se comprometía a implementar todas las conquistas conseguidas por la lucha y donde metió un párrafo de compromiso de paz social hasta abril de 2005" (Hoy, N° 1.032). Pero el ‘error’ ya fue corregido, incluso antes de haberlo admitido, porque “…ya el martes 7 de septiembre la CCC estuvo en las calles y rutas de Tucumán”. Es decir que el PCR figura en la noble lista de los que no pudiendo evitar el ‘error’ son rápidos en corregirlo. Lamentablemente, el relato se ensombrece entre la evidencia de que se trató de la cuarta experiencia con el mismo error’ y la misma ‘enmienda’. El PCR ha convertido al virtuosismo en un deporte. Recordemos sus pactos con Rodríguez Saá, Duhalde, Kirchner (dos veces). En todos los casos la CCC "volvía a estar en las calles o en las rutas”, para volver a pactar luego del fracaso de esos pactos. Entretanto, la burguesía lograba tiempo y espacio para su política y para dividir al movimiento popular.
El texto de “respuesta” al PO se llama “Acerca del famoso Congreso de Bases del PO", cuando el centro de la polémica era la tregua y la firma de la paz social con el gobierno de Alperovich y no las divergencias en tomo al Congreso de Bases. La CCC, en realidad, se declaró en tregua en conjunto con la dirigencia de la CTA, antes de firmar la cláusula de paz social. Nombraron a Miranda, ex gobernador duhaldista, el de la desnutrición infantil, como “mediador" del conflicto (sobre este hecho, Juan Rodríguez, autor del artículo, guarda silencio). En función de esta política la CCC y la CTA declararon que no iban a la marcha del 11 de agosto, a pesar de haberla votado en un plenario que la acordó por unanimidad.
Sobre el Congreso de bases
Juan Rodríguez es contrario a los Congresos de bases. Esto es comprensible, porque el PCR no es un partido sino un aparato y porque, a diferencia de Marx, tiene intereses particulares que se oponen a los de conjunto de la dase obrera. En los plenarios sostuvieron que cada organización consulta a sus propias bases y no se las debe mezclar. En el Congreso de Fotia hubo una importante participación de las bases de las organizaciones firmantes de la convocatoria y se elaboró un documento que caracterizó la política del gobierno y condenó la tregua, ratificando la movilización del 11 de agosto. La CCC y la CTA, primero votaron a favor de esta marcha, y luego hicieron rancho aparte para concertar con Miranda y el gobierno.
No es necesario defender el lugar ganado por el PO en la movilización, porque ya forma parte de la crónica. Ha sido logrado con una política de unidad, lucha e independencia obrera.
El PCR acusa al PO de haber embellecido, hace más de un quinquenio, a Parajón y Pueblo Unido; en realidad, un frente de movilización que rompimos cuando agotó sus posibilidades. Pero el PCR integró la reciente Multisectorial con Pueblo Unido, Parajón y otras fuerzas del centroizquierda, para oponerse a la movilización (Marcha de la Bronca) invocando la presencia de la CTA.
¿Algo más? La CCC viene de caracterizar como un “buen gesto" el anuncio de Alperovich de adherir a la resolución nacional de elevar el salario mínimo, cuando lo único que hizo fue mantener el básico de 100,8 pesos. Más grave aún es el silencio de Juan Rodríguez, el PCR y la CCC, sobre el procesamiento de Celso Sosa, por denuncias de una empresa vinculada al actual gobernador, cuando las fuerzas del Sitracon y el Polo Obrero se están movilizando para arrancar su absolución.