Peajes: Tarifazo para españoles

Después de que Mauricio Macri anunciara un aumento de entre el 100 y el 200% en el peaje de las autopistas de la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno nacional salió con su propio tarifazo. Julio de Vido en persona anunció un aumento de hasta el 115% en los peajes que se cobran en la General Paz y en la Autopista Ricchieri.

Con el aumento, las concesionarias recaudarán 400 millones de pesos adicionales, para “mejorar la rentabilidad de las empresas concesionarias” (Cronista, 31/12).

Los medios explican el “evidente apuro” (ídem) del gobierno en realizar el anuncio, para “evitar el default de otra privatizada” (Crítica, 31/12). Un informe anterior al anuncio del tarifazo indicaba que “la posición de liquidez y flexibilidad financiera de Autopistas del Sol son débiles (…) el nivel de endeudamiento es significativamente elevado, medido contra su generación de fondos” (ídem). Después del ‘defol’ de TGN, una cesación de pagos de otra privatizada pondría en cuestión la solidez financiera del gobierno.

Las razones del “apuro” oficial tienen también otro costado. Las concesionarias beneficiadas con el tarifazo son, en todos los casos, empresas españolas. Autopistas del Sol (Acceso Norte) y GCO (Acceso Oeste) están manejada por la constructora Abertis; Aecsa (Ricchieri-Ezeiza-Cañuelas) por la constructora OHL. Se trata de empresas de gran porte. Abertis, en asociación con el Citibank, acaba de comprar los negocios de autopistas de Sacyr Vallehermoso, la endeudada accionista mayor de Repsol-YPF.

La española Ohil expresó públicamente su apoyo al acuerdo alcanzado con el gobierno. “Reiteramos nuestra confianza en el futuro del país y nuestro compromiso de largo plazo con las inversiones que contribuyan al desarrollo de la Argentina”, declaró su vocero (Cronista, 31/12).

Es todo un dato político. El gobierno se apresuró a llegar a un acuerdo con los pulpos españoles que manejan las rutas buscando cerrar la crisis abierta por la nacionalización trucha de Aerolíneas y Austral.

De esta manera, los “nacionales y populares” siguen “en paz” con los principales pulpos españoles que operan en Argentina: Repsol-YPF, Telefónica y, ahora, los que manejan los accesos a la Capital. Frente a estos grandes monopolios, el grupo Marsans es relativamente marginal, considerado como un grupo “aventurero” en la propia España.

Jorge Martín