En diciembre, la jueza Wilma López reinstauró el secreto de sumario en la causa que investiga el asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra. A pesar de ello, los “trascendidos” informan de escuchas telefónicas que involucrarían a José Pedraza en la tentativa de soborno a uno de los integrantes de la Cámara de Casación, con el objetivo de obtener la excarcelación de los patoteros detenidos (Ambito Financiero, 7/1). También se informa que en los allanamientos a locales de la Unión Ferroviaria se habría secuestrado “‘mucha documentación’, en especial sobre relaciones laborales y entrecruzamiento de actividades de los principales implicados en la investigación”. Para los medios, esos allanamientos serían la “antesala” del llamado a indagatoria de Pedraza y Juan Carlos “Gallego” Fernández, los máximos dirigentes de la Unión Ferroviaria.

Las revelaciones en torno del tráfico de influencias -que se tramita en una causa aparte- confirman el involucramiento de la cúpula de la UF en la defensa de los siete imputados, con métodos igualmente mafiosos. Pedraza sigue diariamente la situación de los detenidos y “se había interesado en persona de las gestiones en marcha”. Pero, principalmente, la tentativa de obtener mediante sobornos la liberación de los patoteros fue un intento de “los capos” por mejorar su propia situación en la causa. En la medida que el círculo se cierra sobre Pedraza, las conspiraciones de la burocracia en pos de su impunidad se han redoblado.

La burocracia, “alerta y movilización”

La UF, en tándem con el otro gremio ferroviario, La Fraternidad, que conduce Omar Maturano, han llevado adelante “medidas de fuerza” en función de ese objetivo. Pero ese estado de movilización incluye a los aprietes contra compañeros y testigos del crimen de Mariano. A fines de enero, nuestro compañero Damián Reynoso recibió nuevamente llamadas intimidatorias en su domicilio, que se han venido repitiendo alrededor del día 20 de cada mes. Al menos otros cuatro testigos -entre ellos, un ex gerente de Ugofe que denunció en su testimonio negociados de la burocracia, las empresas y funcionarios- recibieron intimidaciones. En los Talleres de Escalada, donde la burocracia hizo ingresar a 150 elementos de su riñón para doblegar un bastión de la oposición, reina un clima de terror. Poco antes del ataque a los tercerizados, Fernández había “recomendado” a Cristian Favale para su ingreso en ese taller.

El gobierno

Todo esto se desarrolla ante el silencio del gobierno nacional, que en estos cuatro meses jamás repudió a la burocracia de la UF y mantiene a sus personeros en la gestión del ferrocarril y en la Secretaría de Transporte; por el contrario, el gobierno mantiene una sistemática campaña macartista contra el Partido Obrero y promovió la detención y procesamiento de dos luchadores ferroviarios del PO.
La indagatoria y detención de Pedraza y de Fernández no debe demorarse más. Para terminar con sus presiones y aprietes, los Pedraza, Schiavi y Luna deben ser expulsados de la gestión del ferrocarril.