Políticas

13/8/2009|1095

PELLEGRINI Y BUENOS AIRES | La pelea en los preuniversitarios

En el camino hacia una nueva elección de rector de la UBA, en 2010, las autoridades buscan privar al movimiento estudiantil de sus herramientas. La batalla fundamental pasará por las próximas elecciones de consejos y centros. Otra pelea es la que se presenta en los colegios preuniversitarios.

La designación de José Luis Giusti (radical-macrista) al frente de la Secretaría de Hacienda es expresión del avance de la camarilla de la Facultad de Ciencias Económicas sobre la UBA. Franja Morada vuelve a poner el ojo en el Pellegrini. Las repercusiones en el colegio ya se hacen sentir con el renovado intento de privatizar el comedor, que desde la gran lucha de 2007 es gestionado por el Centro de Estudiantes. En relación con el Buenos Aires, el rectorado busca negociar con la Corporación Puerto Madero la venta del campo de deportes en una audiencia judicial.

Las camarillas quieren demostrar que pueden gobernar a los preuniversitarios directamente desde las oficinas del Rectorado. En este sentido, boicotean descaradamente el funcionamiento de los consejos resolutivos de los colegios, para lo cual bloquean desde hace meses la aprobación de los reglamentos internos. Cuentan para ello con la complicidad de Pastorino y González Gass, los rectores puestos a dedo por el Consejo Superior.

Pastorino, el Consejo y la elección de rector

En el Pellegrini, la gestión de Pastorino, un interventor directo de Hallú, ha quedado reducida a la nada. Pastorino ya presentó su renuncia. Mientras tanto, Leandro Rodríguez, vicerrector de Franja Morada, avanza en el manejo efectivo del colegio. En este marco, Pastorino, que defiende la licitación del bar, se negó a reunir al Consejo Resolutivo; quiso evitar que promoviera la marcha al Consejo Superior que se realizó el miércoles 5. El Consejo está paralizado.

Es necesario actuar de inmediato para impulsar una fuerte lucha por las reivindicaciones más sentidas del colegio. El bar, el presupuesto, la fotocopiadora, los planes de estudio, la titularización, la recategorización para los no docentes tienen que estar en la agenda del Consejo, que debe disponer todas medidas de lucha necesarias para garantizar el cumplimiento de sus resoluciones.

Para encabezar este proceso, los estudiantes del Pellegrini enfrentan un gran desafío por delante: superar las dificultades que implica la ruptura de la dirección del Centro de Estudiantes, que está dirigido por un par de egresados. El planteo de éstos atribuía al Consejo Resolutivo la capacidad de instaurar un “orden socialista del Pellegrini”, el cual permitiría acceder a la “excelencia académica”. Pasado ya todo un cuatrimestre con el Consejo Resolutivo en funciones, esta política “de gestión”, de fuerte contenido elitista, ha demostrado sus límites. El centro de estudiantes necesita mantener su independencia respecto del “orden” institucional, como condición para organizar la lucha por las reivindicaciones de los estudiantes contra el poder del Estado.

Plan de acción

Retomadas las clases, hay que poner de pie a los preuniversitarios. Ni licitación del bar ni venta del campo de deportes. Basta de privatización y recursos propios. Que se aprueben los reglamentos internos presentados por los estudiantes y se ponga en un programa resuelto por el colegio.

El FEL-UJS tiene un gran desafío de reconstrucción política en el Pellegrini, que sólo será posible si se apoya en los avances del movimiento de lucha.

Julián Asiner, consejero del Pellegrini por el claustro de graduados