Políticas

13/1/2005|884

Pibes piqueteros: ¡¡Garantía de futuro!!

En base a informe de Laura Kohn y Jacqui, de 9 años, sobrina de Maxi Kosteki

Después de un frustrado pedido al Municipio platense para la entrega de juguetes y materiales para Reyes, el jueves 6 de enero, por decisión de los compañeros de los distintos barrios, una gran y nutrida marcha llegó a las puertas del Municipio (acompañada por más de 400 chicos) a reclamar por el derecho a la fiesta de Reyes.

 

 

La movilizacion arribó al grito de “ya pasó Nochebuena, ya pasó Navidad, si no entregan los juguetes no nos vamos nunca más”, una comitiva de cuatro delegados y 10 chicos se entrevistó con el intendente interino, Prandini. En la puerta, el fuerte operativo policial con bastones y escudos mostraba la verdadera cara del Estado opresor frente a las criaturas. En la reunión, los funcionarios se negaban a ceder ante el reclamo, fue cuando los chicos tomaron la posta y plantearon: “Si no nos dan los juguetes nos quedamos y acampamos”, “Sí, nos quedamos días y noches”; los funcionarios esgrimieron “si quieren quédense”.

 

 

Al no poder sostener sus posiciones ofrecieron 1.000 pesos para la fiesta. La propuesta fue puesta a consideración de la asamblea general en la puerta del Municipio y fue rechazada al grito de “Entreguen los juguetes”. Fue cuando los funcionarios bajaron a la puerta y duplicaron la oferta a 2.000 pesos para la compra de juguetes, lo que fue aprobado por todos los compañeros al grito de “Piqueteros, carajo” y los pibes cantando “Ganamos, vencimos, el culo le rompimos”.

 

 

Un municipio que gasta millones de pesos para pagar la quiebra del banco municipal es incapaz de dar solución a los problemas mínimos del pueblo. Sólo la lucha, la organización y una política de los trabajadores son la alternativa posible.

 

 

La columna del Polo Obrero se marchó y en ella se notó que los pibes se retiraban impregnados de un espíritu de lucha y de victoria. En sus comentarios se escuchaba “Somos piqueteros y les ganamos” o “Y se pensaron que nos íbamos a ir sin juguetes”. Podemos decir que estas generaciones de piqueteros que van de 6 a 13 años, que aprenden de sus padres a no dejarse pisotear y a luchar, serán garantía de futuro.