Políticas

10/12/2019

Picnic 2019: las voces del clasismo frente al gobierno del pacto social

Pitrola: el clasismo está ante una oportunidad histórica

Foto: Ojo Obrero Fotografía

En la intervención de cierre de la mesa sobre “El clasismo frente al pacto social”, que reunió a Alejandro Crespo (secretario general del Sutna), Rubén “Pollo” Sobrero (secretario general de la Unión Ferroviaria, seccional Oeste) y Guillermo Pacagnini (secretario general de la Cicop), Néstor Pitrola, dirigente nacional del PO y de la Coordinadora Sindical Clasista, caracterizó la nueva etapa que estamos viviendo a nivel internacional, que es el marco en el cual asume el gobierno de Alberto Fernández y en la que pretende aplicar el pacto social. Una nueva etapa que muestran las enormes movilizaciones de Irak, que no pudieron ser contenidas pese a los 400 asesinatos de manifestantes y que, finalmente, provocaron la caída del gobierno y dieron lugar a una organización revolucionaria de la juventud.


Y también las de Haití; Ecuador; Colombia, con dos paros generales y los 40 días de movilizaciones en Chile, entre otros, donde se está dando un enfrentamiento de sectores de las masas que salen a luchar contra los planes de ajuste y fondomonetaristas y los gobiernos capitalistas que quieren imponerlos. A esas rebeliones –destacó- se suma ahora la huelga general en Francia, contra la aplicación de la reforma jubilatoria y que muestra que los ataques a las masas y las rebeliones no se limitan a los países periféricos.


Un aspecto muy importante –indicó Pitrola- es que en esas movilizaciones se ha producido una irrupción de la clase obrera, en la mayoría de los casos desbordando a las direcciones tradicionales, incluso las centroizquierdistas. Y denunció a las direcciones chilenas –incluido el PC- que forman parte del esquema oficial y, entre otras cosas, se niegan a reclamar “fuera Piñera” como lo hacen las masas movilizadas en todas las instancias.



Planteó que la Argentina no se encuentra fuera de este proceso, aunque con diferencias de ritmo y de maduración política, y el ejemplo más claro está en las enormes movilizaciones de diciembre del 2017 contra la reforma previsional de Macri y los gobernadores.


Y también en las luchas, todas ellas criminalmente aisladas por la burocracia sindical, como la huelga general cuatro meses de Chubut con puebladas incluidas, las de Kimberly Clark, el reciente paro total del Sarmiento, la combativa paritaria del Sutna  y, muy destacada, la de los residentes y concurrentes que acaba de torcerle el brazo a Rodríguez Larreta, con los mejores métodos de la clase obrera: la huelga general (sin guardias), piquetes, asambleas, delegados electos, organización al margen de la burocracia de Médicos Municipales.


Es que no se trata de la polarización entre un modelo neoliberal y uno nacional y popular, como nos quiere hacer creer el nuevo gobierno, sino que la polarización está entre los gobiernos capitalistas de todo tipo y las masas que se levantan contra la descarga de la crisis capitalista sobre sus espaldas.


Destacó que la mayoría de los trabajadores ha votado al nuevo gobierno y existe sobre él una expectativa. “Esa –dijo- es la razón por la cual Argentina no es Chile”, ya que todo el cuadro social y económico es peor que el de Chile y, además, está el default”.


Dijo que, por esa razón, “el gobierno de Alberto Fernández comenzará a gobernar no en una luna de miel sino arriba de una sartén”.


Planteó que hay que salir a enfrentar el pacto social que es un mecanismo de regimentación de la clase obrera. Destacó que todos los planes de este tipo han fracasado y terminaron en situaciones de catástrofe, desde la crisis del pacto social de 1973, la convertibilidad hasta el derrumbe del 2001, pasando por la época de Alfonsín y su plan Austral.


Y destacó la importancia de la intervención del movimiento obrero y del Plenario del Sindicalismo Combativo en particular, frente a esta nueva realidad política.


Se abre un desafío enorme que es el de organizar e intervenir con un planteo clasista, de independencia política de la clase obrera, en un cuadro en el que han sido cooptados todos al pacto social, desde Héctor Daer, hasta “Cachorro” Godoy que ya dijo que integraría un Consejo Económico y Social, pasando por el trío Vaticano de organizaciones de desocupados. Pero por eso mismo, es un desafío y una oportunidad histórica para el PSC y para el FIT, que proponemos intervenga en todos los terrenos de la lucha de clases.


Pitrola resaltó la importancia de movilizar con estas banderas, saludó la propuesta hecha en la mesa por Pacagnini de Cicop y el MST de un gran plenario nacional en marzo y llamó a luchar en común con dos prioridades: la defensa del clasismo en AGD-UBA y el Sutna en los próximos meses.


La experiencia clasista en el Sutna


El secretario general del sindicato del Neumático planteó que para que la correlación de fuerzas favorezca al clasismo y a los trabajadores, se trata, justamente de juntar fuerzas. Y realizó un balance de la acción de la dirección clasista a lo largo de los cuatro años al frente del sindicato.


“El método con el cual funcionamos, con una asamblea de 1000 compañeros que debatió y aprobó el nuevo convenio, con discusiones previas en asambleas por empresa, es la contracara del pacto social, impuesto en una superestructura sin que los trabajadores tengan la menor idea de lo que se está hablando”, indicó Crespo, quien hizo luego un repaso de los métodos y la política implementada por la dirección del Neumático frente a las distintas ofensivas de las patronales.


Explicó que salieron  a la lucha y terminaron “triunfantes  y no sólo porque ganamos, sino porque el conflicto permitió hacer crecer la conciencia de clase de los compañeros”. Destacó la importante lucha por el nuevo convenio  y que “el planteo que hicimos de que había que mantener el poder adquisitivo de los salarios pasó de ser una consigna a convertirse en una realidad”.


En esta próxima etapa, acotó Crespo, y “frente a la unidad de todos los sectores de la burocracia sindical en apoyo a la aplicación del pacto social antiobrero, vamos a quedar solo nosotros enfrentando la ofensiva antiobrera y por eso tenemos que fortalecernos. Los compañeros nos han visto cómo actuamos, con qué métodos actúa el clasismo y así crece la conciencia del compañero”.


“Tenemos la obligación de explicar a los compañeros todo esto, cuando vamos a ser los que enfrentemos la ofensiva que se viene, pero no hay nada más lindo que defender los intereses de su propia clase”, cerró el dirigente del Neumático. Y llamó a apoyar la campaña de la lista Negra en las elecciones del sindicato “porque el triunfo y el aumento en la cantidad de votos, luego de cuatro años de gestión al frente del sindicato supondrá un apoyo a los métodos y a la política del clasismo”.


El rol del sindicalismo combativo


Por su parte, Rubén “Pollo” Sobrero, secretario general de la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria, destacó el papel decisivo de las corrientes clasistas en el enfrentamiento de la ofensiva del gobierno macrista y luego explicó las características que rodearon al reciente conflicto que ellos mantuvieron hace pocos días y que incluyó un paro general del servicio. En el conflicto, “aunque el tema de la discriminación hacia las compañeras por la falta de vestuario y las malas condiciones de trabajo fue una reivindicación central y llevó a un acatamiento masivo de las compañeras, el paro se generalizó porque hay una bronca muy grande de los compañeros porque venimos de una paritaria a la baja firmada por la burocracia del sindicato que nos hizo retroceder brutalmente en el tema salarial, a lo que se sumó, entre otras cosas, el repudio hacia el convenio flexibilizador que firmó la burocracia a espalda de todos los compañeros”, dijo Sobrero.


Denunció que las burocracias, anticipándose al Pacto Social ya han firmado la flexibilidad de los convenios y que en los cuatro años de gobierno macrista, la burocracia de la Unión Ferroviaria permitió 5000 despidos, algo que no sucedió en el Sarmiento, destacó.


“Ahora –añadió- viene una etapa difícil porque vamos a enfrentarnos a todos juntos, porque todos juntos van a salir a defender que se aplique una mayor flexibilidad laboral, que se pague la deuda externa”. Dijo Sobrero que entre los trabajadores hay expectativas en el nuevo gobierno y “en este marco es muy bueno el planteo de que comencemos a discutir cuál es el papel que debe cumplir el sindicalismo combativo en esta nueva etapa”.


“Unir a todos los sectores antiburocráticos”


El secretario general de Cicop (profesionales de la salud) planteó “que la expectativa de los trabajadores que votaron a los Fernández es que haya aumento de salarios, que se retrotraigan los aumentos de las tarifas pero todos sabemos que los márgenes para eso no existen y que a lo sumo habrá algunas migajas de verano”.


“Por eso–dijo Pacagnini- creo que es imprescindible que el sindicalismo combativo esté en la calle, a la cabeza, junto con los movimientos piqueteros, diciendo no al pacto social, no a la tregua y con la agenda de reivindicaciones que aprobamos en Lanús y que es la que puede dar respuesta a esta situación”.


Pronosticó que el idilio con el nuevo gobierno no va a ser muy prolongado porque no dará respuesta a las necesidades populares y, al contrario, porque vendrá por la liquidación de conquistas históricas, a hacer reformas estructurales y sobrevendrán confrontaciones como las que recorren América latina y distintos países del mundo.


“Tenemos que apostar al fortalecimiento del Plenario del Sindicalismo Combativo y trabajar por la recuperación de más sindicatos, porque la burocracia se va a unir para que se imponga el pacto social”, dijo Pacagnini, quien añadió que “tenemos que unir a todos los sectores antiburocráticos” y planteó “hacer un nuevo encuentro del Plenario para marzo o abril como el de Lanús y tratar de sumar a todos los sectores y comisiones internas antiburocráticas”.