Políticas

22/7/2004|860

Plebiscitemos el aumento salarial

La “nueva” CGT ha pedido un aumento del salario. Pero se cuidó de reclamar un monto. Deja en manos del gobierno fijar una cifra de miseria.


La burocracia “unida” no planteó, tampoco, el aumento de 100 pesos a los estatales que el propio Presidente comprometió ante la CTA para setiembre. No quiere exponese a un replanteo de la rebelión de estatales y docentes que está presente en las provincias.


Es un “petitorio” a la medida de los límites fijados por el FMI para afrontar los pagos de la deuda externa.


La CGT tampoco planteó un programa frente a la desocupación, como sí lo hicieron las organizaciones del movimiento piquetero que reclamaron el respeto a la jornada laboral y una jornada nacional de emergencia de seis horas para quebrar la desocupación.


Sin embargo, “durante el segundo trimestre, en relación con el primero, la industria muestra una caída del 1,3%” (Página/12, 20/7). La “reactivación” sigue en crisis. Las dos terceras partes de los nuevos empleos son en negro y “transitorios”. “Estos datos de ocupación se complementan con los de horas trabajadas, que muestran un impresionante crecimiento del 7,3% en el último trimestre y 10% interanual” (ídem).


Para sostener la “recuperación” los capitalistas quieren convenios aún más flexibles, salarios deprimidos y jornadas de trabajo sin límite. La “recuperación” se asienta en una mayor explotación.


Si, hasta ahora, los trabajadores hemos cargado sobre nuestras espaldas la “recuperación” del capital, ¿tenemos que aceptar una miseria mayor porque la “reactivación” se les cae?


Luchemos por lo nuestro.


Asambleas en cada lugar de trabajo para plebiscitar el aumento de los salarios.


Un mínimo de 900 pesos.


Los 250 al básico para los estatales.


El reparto de las horas de trabajo.


La ruptura con el FMI.


Que los sindicatos convoquen a asambleas generales para que la clase obrera intervenga frente al conciliábulo de la CGT “unida” con el gobierno.